Hay ciertas marcas de casco que llevan muchos años en el mercado y que prácticamente todo motorista que suela cambiar de equipación conoce. Una de ellas es Shark, una marca comercial y común que bien puede estar al alcance de cualquier usuario. Incluso varios pilotos de MotoGP equipan sus cascos.
Lo decimos porque parece que algunas novedades tecnológicas que se anuncian parecen inalcanzables o provenientes de marcas que finalmente nunca vemos llegar. Pero ahora sí, y el nuevo casco de Shark tiene luces de freno integradas.
También traerá luces LED delanteras para ser visto por el resto de conductores
La tecnología empapa también al mundo del motociclismo, y no solo en nuevos paneles a todo color en motos de última generación o revolucionarias centralitas de airbag que se despliegan antes de que te caigas de la moto. Algo tan simple como una luz de freno en un casco es la última idea de la marca de cascos de origen francés.
Su último casco es el Shark Skwal i3, que por encima de todo destaca por una luz de freno integrada en la parte trasera. De hecho será el primer casco de moto de producción en utilizar este tipo de tecnología, y en salir a la venta.
Naturalmente viene con homologación según la normativa ECE 22.06. Es totalmente integral y cuenta con dos tecnologías patentadas totalmente nuevas. Un trabajo que les ha llevado varios años, concretamente desde 2015.
Y para que funcione no hace falta Bluetooth, ni ningún tipo de cable ni conexión con la moto. Todo viene integrado en el mismo casco sin necesidad de conexiones extras. Para ello utiliza un acelerómetro de tres ejes que detecta cuando el conductor está frenando y acciona la luz en consecuencia.
No se enciende constantemente al frenar, como sucede en los frenos traseros de los coches o moto. En este caso la luz de freno parpadeará tres veces por segundo en lo que Shark describe como "frenada constante", y cinco veces por segundo en "frenada brusca", de tal forma que advierte a los usuarios que vienen detrás.
También hace las funciones de 'ser visto' en la parte frontal. Lleva tres luces LED blancas integradas que mejoran la visibilidad del motorista en pleno tráfico, principalmente para que sea visto en sentido contrario al de la circulación, o bien por el espejo de retrovisor. Estas tres luces delanteras LED tienen tres modos de funcionamiento: constantemente encendido, intermitente o apagado.
La única pega de todo este sistema es que naturalmente necesita ser alimentado por una batería que no es infinita. Hay que cargar el casco cada 12 horas, que es la autonomía que tiene. Una carga completa del sistema lleva tres horas a través de un cable USB tipo C. También tiene opción de ahorro de energía al entrar en "modo reposo" al no detectar movimiento en un par de minutos.