Moto Guzzi, que cumplió 85 años de historia el año pasado, puede presumir de ser una de las pocas marcas fieles a una arquitectura de motor propia y exclusiva, V a 90 º transversal a la marcha. A pesar de que esto mismo ha condicionado el desarrollo de los modelos de la marca. Hace unos años la compañía empezó una remodelación de la gama con la intención de ampliar el mercado y modernizar su ya mítico motor. Por suerte el águila del depósito parece mas en forma que nunca.
A pesar de todos estos aires renovadores, las motos de Mandello de Lario todavía conservan su sabor clásico y su alma. Como esta transformación hecha sobre una V 11, que se llama Ánima (alma). Su creador, Filippo Barbacane, de Firestarter Garage invirtió 8 meses en crear esta bella bestial, de 91 CV y un par de 99 Nm a 6000 rpm. La moto pesa 175 kilos e incluye un escape especial, frenos lobulados y ópticas especiales.
¿Os preguntareis si merece la pena invertir tanto dinero en una moto que nunca será una deportiva del estilo de las japonesas? Pues yo creo que si, ya que al final el propietario lleva una moto exclusiva, realizada sobre una moto ya de por si singular, y que seguro que es capaz de mojarle la oreja a mas de una RR japonesa.
Vía | Caradisiac Mas información | Firestarter Garage