Ir en moto un poco más rápido de lo habitual puede ser excusable. Quizá no lo sea tanto recorrer Barcelona a más de 170 kilómetros por hora; al menos eso es lo que ha considerado un juez después de que la policía cazase a un chaval en moto haciéndolo.
Poner un scooter a 170 kilómetros por hora en pleno centro de Barcelona no es demasiado inteligente. Todavía menos es grabarlo y subirlo a las redes sociales. Ahora se le viene la madre de todas las multas, además de que no podrá conducir su moto durante un tiempo.
Ha sido acusado de once delitos por conducción temeraria y exceso de velocidad
Una Yamaha Tmax, un vídeo de Instagram y un chaval de 23 años a más de 170 kilómetros por hora en la ciudad condal. Este joven se dedicaba a subir a las redes sociales sus hazañas a lomos de su scooter japonés. Y claro, eso llamó la atención de las autoridades catalanas.
Los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana de Barcelona no tardaron en darle caza, según ha confirmado el medio local El Caso (donde puedes ver el vídeo). Los dos cuerpos policiales identificaron al joven de 23 años que se grababa conduciendo la Tmax de manera temeraria por la capital catalana y el área metropolitana.
Este vecino residente en Barcelona colgaba todo tipo de vídeos infringiendo todas las leyes posibles. No solo ponerse a 173 kilómetros esquivando coches haciendo zig-zag, sino también haciendo adelantamientos indebidos, pilotando la moto sin manos, sentándose en el asiento trasero... Acrobacias sin sentido, propias de un joven inmaduro que ahora han acabado en manos de la justicia.
Todo lo que se sube a las redes sociales no es válido ni legal. Así que eso perturbó a unos cuantos ciudadanos y medios de comunicación, que hicieron público y denunciaron las redes en las que el joven subía los vídeos. La policía no tardó en crear un equipo conjunto de investigación para dar caza al temerario Tmaxero.
Los contenidos no tardaron en recuperarse de las redes sociales. La policía lo acabó identificando, citándolo posteriormente para tomarle declaración. Al final ha sido acusado de once delitos contra la seguridad vial. De ellos, cinco son por por exceso de velocidad penalmente punible y seis por delitos de conducción temeraria.
El Yamaha Tmax ya no está en sus manos, sino que ha sido requisado por la autoridad judicial. Al tratarse de un delito penal, lo más probable es que además de una sugerente multa, la retirada de la moto y del permiso de circulación de meses a años, también conlleve pena de prisión, que se podrá hacer o no efectiva en función de los antecedentes del joven.