La evolución de los sistemas de frenos es constante pero la mayoría de las veces, apenas apreciamos estas mejoras. Cambios en el material, el mecanizado, el material de los discos, de las pastillas y otras modificaciones son constantes pero sin embargo, a no ser que nos lo digan, casi ni seremos capaces de diferenciarlas. A no ser que veamos algo tan obvio como el sistema de frenada combinada Brakko.
Durante la evolución de las motos año tras año, hay momentos en los que se cambia completamente el concepto. Primero fue el paso de los frenos de tambor a los frenos de disco. Luego, la perforación de los discos para mejorar su refrigeración y disminuir el peso no suspendido en la rueda delantera. A continuación, la aparición de múltiples pistones (hasta seis independientes por disco, aunque algún preparador ha colocado más) y por último, el anclaje radial de las pinzas. El carbono y otras chuches las dejamos para competición.
El nuevo diseño de Brakko coloca el disco en el interior de la llanta, permitiendo que las fuerzas de frenado se transmitan de una forma mucho más directa a esta, y no a través de el buje, los radios y los anclajes de los discos.
Las pinzas están colocadas de forma radial y permiten multitud de configuraciones diferentes: desde una sola pinza de cuatro pistones, a dos de dos pistones cada una en diferentes zonas. Aun en esta posición central, el cambio de las pastillas se realiza de forma sencilla. Incluso la llanta es desmontada sin ningún problema, usando conectores rápidos para el circuito hidráulico de los frenos.
Es aplicable tanto en llantas de aleación como en las de radios. A la vista de las fotos, el cambio de los discos se realiza desmontando los radios de la llanta y extrayéndolo por uno de los lados. Como última ventaja, la forma de la llanta y la ubicación del disco mejora la refrigeración de este.
Vídeo de su funcionamiento:
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