La ciudad de Barcelona siempre me ha parecido muy adelantada a su tiempo en el trato para con las motos. Siempre ha ido un paso por delante al resto de España implantando normas que faciliten, fomente e incentiven el uso de las dos ruedas. Sin embargo, la última noticia que ha saltado a los medios de comunicación echa por tierra todo lo bueno que han hecho antes. Y es que ahora se está estudiando implantar la Zona Azul también para el aparcamiento de motos.
El problema real de las plazas de aparcamiento existe: 43.800 plazas frente a un parque móvil de 280.000 motocicletas. Esta descompensación obliga a los usuarios a aparcar en las aceras, con el consiguiente perjuicio para los peatones si no se realiza correctamente. Para solucionarlo, Francesc Narváez, concejal de movilidad propone como solución el espacio regulado que fomente la rotación de vehículos.
¿Cuál es entonces la ventaja de disponer de una moto? Si tienes que dar cientos de vueltas para aparcar y encima cuando lo haces tienes que pagar, ¿qué beneficio obtienes? Y si no hay sitio, ¿dónde aparco? ¿en la acera? ¿se la llevará la grúa?
Lo peor de todo es que si se lleva a cabo, el precio a pagar seguro que es similar al de un coche, ya que lo que suelen hacer es equiparar los dos vehículos por igual. Y entonces, si tengo que aparcar la moto pagando lo mismo, lo haré en una plaza de coche. Así nos reímos todos…
Foto | Tornatore
Vía | El periódico