Fieles a su ya tradicional participación en el Tourist Trophy de la Isla de Man, Mugen llevará este año hasta La Montaña una nueva evolución de su moto eléctrica para buscar la victoria en la categoría TT Zero para motos de cero emisiones. La Mugen Shinden Nana vuelve a presentarse como la opción más prometedora, la reina de las eléctricas, con más de 165 cv y una aerodinámica perfeccionada para 2018.
El año pasado Bruce Anstey logró la victoria para Mugen, seguido por Guy Martin como compañero de equipo. Mugen ha copado todas las victorias desde 2014. Este 2018 la marca japonesa sigue a por todas y ha anunciado que contará con una escuadra de tres motos y tres pilotos de primer nivel: John McGuinness, Lee Johnston y un tercer integrante aún por definir.
Una aerodinámica innovadora para luchar por la quinta corona del TT Zero
Con respecto a la Shinden Roku con la que compitieron en 2017, la Shinden Nana calca las características técnicas sobre el papel. El motor es un trifásico de escobillas refrigerado por aceite con una entrega de potencia de 165,5 cv y 210 Nm de par motor desde cero revoluciones, alimentado por una batería de alto voltaje (370 V o más) de láminas de iones de litio.
El conjunto se monta sobre un chasis de tipo monocasco de plástico reforzado con fibra de carbono (CFRP) para un peso total sobre la báscula de 248 kg. Hasta aquí todo es muy parecido (o igual) a lo que Mugen preparó para la campaña anterior, así que suponemos que la parte en la que más se han esforzado es en la electrónica que gestiona la energía, para conseguir una entrega contundente y al mismo tiempo efectiva.
Donde sí hay cambios que saltan a la vista es en la carrocería. Mugen ha introducido en este 2018 un nuevo carenado completo que envuelve toda la mecánica y que acaban en una especie de perfiles serrados. Esta solución es la primera vez que se lleva a una moto de carreras y apunta a la generación voluntaria de vórtices aerodinámicos para modificar el comportamiento del aire alrededor de la moto.
Además la Shinden Nana también estrena un nuevo frontal para una mejor penetración y un guardabarros nuevo, aunque lo más llamativo lo encontramos en la zaga. Aparentemente el colín (que también es de nueva factura) parece incorporar luz de freno e intermitentes integrados (¿?). Esto nos hace pensar si no estarán intentando llevar a la producción esta moto de carreras.
El equipo de frenos y suspensiones también ha cambiado. La marca ha vuelto a confiar en Showa y Nissin para proveer a su máquina de los mejores componentes, destacando en el tren delantero una poderosa horquilla invertida presurizada con tratamiento antifricción en las barras en un llamativo color azul. Que se note que es eléctrica.