Stilride y su moto eléctrica podrían marcar el futuro de la producción de motos 'cero emisiones', en las que el ahorro de costes general sería el objetivo final. Esto se haría posible gracias a la tecnología que han denominado Light.Fold.
La robotización y la máxima sostenibilidad posible serían sus principales atractivos, utilizando técnicas ideadas a partir del mundo de la papiroflexia, en los que el uso de materiales y herramientas se reducirían considerablemente, así como la mano de obra.
El origami como punto clave en la fabricación de motos eléctricas
La automatización con materiales metálicos y la sostenibilidad son la base de la tecnología Light.Fold que Stilride está probando para el lanzamiento de su primer prototipo de scooter eléctrico.
Lo que está haciendo la empresa sueca es trasladar el origami (también conocido como papiroflexia) al sector industrial y en concreto a de la fabricación de motos ecológicas, sin uso de herramientas. De hecho, ya hablan de la posibilidad de reducir en hasta un 50% los materiales utilizados en cada unidad que salga de la cadena de montaje, un ahorro de gastos que también llegaría con la posibilidad de prescindir de una buena parte de personal humano.
Detrás del proyecto está el diseñador Tue Beijer, padre de una idea en la que los robots se encargan de darle forma al acero inoxidable para crear una estructura que cumple tanto las funciones de chasis como de carenado, renunciando a la tradicional construcción de las motos actuales.
Todavía faltan muchos detalles como el motor eléctrico y la batería que utilizará el primer prototipo de Stilride, así como la autonomía que podría homologar, el peso del conjunto y, por supuesto, su posible fecha de llegada al mercado.
¿Repercutirá el ahorro en costes en un precio de venta al público competitivo? Todavía es pronto para saberlo.
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