Una megafábrica en Sakura y una batería revolucionaria. El plan de Honda para conquistarte con una moto eléctrica acaba de arrancar

Una megafábrica en Sakura y una batería revolucionaria. El plan de Honda para conquistarte con una moto eléctrica acaba de arrancar
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En la industria de la moto, y más concretamente en el nicho de las eléctricas, se tiende a decir popularmente que un invento es "revolucionario". Hay muchas ideas magníficas que no llegan a buen puerto, la mayoría de actores desconocidos. Pero cuando hablamos de Honda, la cosa cambia.

La marca japonesa tiene entre manos un proyecto muy grande que va a dar a luz a una nueva era de la movilidad eléctrica. El fabricante de motos más grande del mundo ha inaugurado un centro de desarrollo de baterías de estado sólido, y es el primer paso para conquistarte y que compres una moto eléctrica en el futuro.

Una fábrica de más de 25.000 metros en Sakura, Japón

El ímpetu de Honda con las motos eléctricas está siendo encomiable. Los nipones tienen entre ceja y ceja el objetivo de la movilidad sostenible, y son el fabricante más comprometida ella. Siguen en ello, pues acaban de revelar el que será su nuevo centro de desarrollo de baterías de estado sólido.

A riesgo de parecer poco importante; no lo es, y mucho. Lo que han hecho en su fábrica de Sakura es abrir una línea de investigación piloto, donde desarrollarán en un centro de más de 27.000 metros cuadrados el desarrollo de las baterías de estado sólido. Además, allí van a producir en masa.

El objetivo es arrancar en enero de 2025, es decir, ya. El objetivo es que las baterías de estado sólido (diferentes a las de iones de litio actuales que equipan todas las motos eléctricas) debuten en la segunda mitad de década y revolucionen este tipo de movilidad. Literalmente, además.

Sakura 1 2025

¿Y qué tienen de especial? Te preguntarás. La gracia, técnicamente, es que emplean materiales sólidos (como su propio nombre indica) y aumentan la densidad energética y mejoran su seguridad. En términos prácticos lo que interesa es que duplican la autonomía. De 500 a 1.000 kilómetros, por ejemplo.

Como el electrolito es sólido en lugar de líquido, las baterías de estado sólido no requieren un separador y tampoco tienen líquido inflamable, por lo que pueden soportar temperaturas más altas. Eso es sinónimo de más aguante.

Otra de las pegas es el tiempo de carga, que las baterías de estado sólido pretende paliar, que no solventar. Se supone que de aquí a 2030 reducirán los tiempos de carga y peso en un 30%; la cifra será de un 45% en 2040, ha dicho Honda. También son más seguras al ser menos inflamables.

Pero es que no va a llegar solo a las motos, que también, sino que Honda tiene pensado ponerlas en todo tipo de vehículos como coches, aeronaves y otros dispositivos de movilidad. Y eso abre una nueva etapa en la industria de las dos ruedas.

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