Realmente no es ningún vehículo nuevo, lo que no quita que sea bastante desconocido y atípico. Y es que Arnold Wagner lleva desde 1980 desarrollando y vendiendo estas motos con cabina cerrada, que han ido evolucionando hasta lo que es ahora la MonoRacer 130-E.
Gracias a una apariencia cuando menos curiosa llama la atención de cualquiera que pase por su lado y ahora dispone de una batería de mayor capacidad y de mejoras con respecto a la versión 150-E de la MonoTracer.
Una batería de 27 kWh y un precio que puede superar los 100.000 euros
Puede parecer un vehículo de dos ruedas de esos que al final se quedan en simples prototipos pero nada más lejos de la realidad. El padre de esta criatura lleva vendiendo este concepto de moto 'cerrada' desde hace muchos años, tanto que por aquel entonces hacía uso de motores de combustión de origen BMW.
Ecomobile, MonoTracer y ahora conocido como MonoRacer, esta montura tan peculiar dispone de un sistema de propulsión eléctrico que con esta última evolución 130-E hace uso de una batería de 27 kWh, superando a la de 20 kWh del MonoTracer 150-E.
Lo cierto es que por la web oficial no hay demasiada información referente a sus prestaciones o autonomía, aunque hay datos concretos como que su velocidad máxima es de 240 km/h, que tiene capacidad para dos personas y que su maletero tiene un volumen de 120 litros. Por si te lo has preguntado, en el primer vídeo queda claro cómo se consigue que el vehículo mantenga la verticalidad cuando está parado. Básicamente despliega una rueda a cada lado a modo de tren de aterrizaje de avión.
La última noticia que hemos tenido ha llegado de la mano de la web electricmotorcycles, que afirma que en agosto habría tenido el plazo para la homologación a nivel europeo y que ya durante este mes de septiembre se procederá a entregar la primera unidad a un cliente suizo.
Se espera que la producción sea de uno o dos MonoRacer al mes y bajo pedido, con un coste de entre 79.500 euros y hasta 90.000 euros si se quiere adquirir con una batería adicional y el sistema que abre la puerta de forma automática. Eso sin contar el IVA de cada país al que se envíe, que hay que pagarlo también…
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