Europa está cambiando la forma de movilidad en sus ciudades a golpe de bici y talonario. Si hace poco veíamos que algunos países daban subvenciones por ir en bici al trabajo, ahora podemos apreciar cómoeste nuevo sistema que ha entrado en juego en Bélgica. Así es y sus particularidades que bien podrían servir a España de espejo.
Una medida que es obligatoria para todos los empresarios del país, y que llega con algunas novedades como un límite de 40 km diarios para ir a trabajar o un límite máximo de 10,80 euros al día. Mientras, España se resiste.
Será obligatoria para todos los empresarios, pero libre de impuestos
Es un hecho que las nuevas formas de movilidad están llegando a las ciudades europeas. Los carriles bici son cada vez más grandes y se busca una alternativa sostenible a los vehículos de combustión que se esmeran en penalizar como con las zonas ZBE de las cuales ni las motos más pequeñas se libran.
La medida adoptada por el ejecutivo es para todas las empresas, obligatoriamente. Una novedad que el resto de países de la zona euro no contemplan. Ha llegado este mismo mes de mayo después de una negociación que llevaba en pie desde enero entre las empresas del sector privado y sindicatos, según The Brussels Times.
Si bien hasta ahora la medida estaba en marcha, todo era una prueba piloto en la que ninguna empresa estaba obligada a implementarlo. Ahora ya sí, guste o no. Aunque naturalmente tendrán ciertos beneficios fiscales y no tendrá que salir de su bolsillo.
Quienes vayan al trabajo en bici podrán ganar hasta 27 céntimos por kilómetro recorrido (hasta ahora eran 25), con un máximo de 10,86 euros al día. Este dinero tendrá que recibirse mensualmente en la nómina de forma obligatoria en forma de incentivo. En cualquier caso, llega.
La buena parte de esto es que está libre de fiscalidad: no hay impuestos ni cargas a la Seguridad Social por la medida. Para ello todo trabajador que vaya en bici deberá rellenar una declaración jurada con el número de kilómetros y días del mes. Confían en la honestidad de las personas y no exigen ninguna prueba a cambio.
En total el trabajador se podría beneficiar de algo más de 1.000 euros al año, el límite legal impuesto por el ejecutivo.
Mientras, España se resiste, no quiere. Aquí es la Estrategia Estatal de la Bicicleta la que ha propuesto que este plan no sea solo una realidad en Francia o Bélgica, sino también aquí. Pero no, Hacienda y Transportes no se quieren comprometer con una normativa fiscal.