La prohibición de los coches de gasolina en España podría traer una edad de oro para las motos. Los números dicen que este renacimiento ya ha empezado
Europa tiene una importante cita en 2035, y la industria de la moto es una invitada inesperada. Porque 2035, en el mundo de la movilidad, solo suena a algo: la prohibición de la venta de los coches nuevos con motor de combustión interna, a excepción de los que funcionen con carburantes sintéticos, los e-fuels.
Pero, ¿y las motos? No, las motos no se prohibirán en 2035, y están en un limbo que la Unión Europea ha preferido no tocar para esa fecha, ni para ninguna. Larga vida a las motos de combustión interna y gasolina, que sobrevivirán y probablemente crecerán para entonces.
En 2035 podríamos ver un 'boom' definitivo en la industria de la moto
En 2035 todos los coches y furgonetas de nueva compra que se vendan tendrán que ser cero emisiones, o en su defecto, utilizar e-fuels. Que las motos no estén incluidas en esta prohibición tiene todo el sentido del mundo, y efectivamente, se librarán.
Los socios europeos entienden que "la contribución de este sector (las motos y los ciclomotores) a las emisiones contaminantes totales del tráfico rodado no es relevante, por lo que no es necesario incluirlo en las nuevas restricciones".
Eso nos dibuja un hipotético e interesantísimo escenario (al menos para las motos) de aquí a 2035: podrás seguir comprándote una moto de gasolina pero no un coche de gasolina. Y sobre el papel, la moto y el scooter se convierten ipso facto en la inmediata y económica alternativa para los que no quieren comprarse un coche eléctrico.
Hay razones morales, económicas y hasta preferenciales para no comprarse un coche eléctrico. Hay quienes no comulgan con lo que consideran una obligación; hay a quienes no les llega la economía para invertir en un coche nuevo, y otros que, directamente, no quieren subirse a un coche eléctrico por cuestiones ideológicas o personales. Y también hay quienes sí.
Pero en los noes, puede surgir el milagro por el que las motos vean como, sin quererlo ni beberlo, reciben un inesperado público. Una época dorada para motos y scooters podría llegar en 2035. Porque las motos y los scooters son actualmente populares, rompiendo récords, pero en esa fecha, lo podrían ser todavía más. Cada vez se venden más, y las tablas de datos lo refrendan.
Solo en 2024 casi todos los meses (menos uno) se han superado las cifras respecto a 2023, según ANESDOR. Se han vendido más de 182.535 motos, lo que es un 5,6% más respecto a la misma fecha respecto al año pasado. En cuanto a coches, aunque la cifra no es comparable, el acumulado es de 744.698 unidades. Sí, es un aumento del 4,7% respecto al año anterior, pero sitúa un 23% por debajo de 2019, previo a la pandemia.
Precisamente en estos años vemos como en las ciudades las ZBE están acabando con la posibilidad de utilizar tu coche diésel. En ese contexto, la moto ha resurgido como la gran alternativa económica para moverse y entrar a las ciudades.
Estadísticamente, adivinar cuántos trayectos podrían convertirse de moto a coche con la prohibición es difícil, pero la lógica nos dice que no son pocos. Ya está pasando. Y aquí el precio jueza una baza fundamental. Tengamos en cuenta que el coche eléctrico no es asequible hoy en día. Según la OCU, solo han encontrado tres modelos cuyo precio sea inferior a 30.000 euros antes de los descuentos del Plan Moves.
Las motos son relativamente baratas y mucho más asequibles, dependiendo de cilindrada y potencia. Los scooters, mucho más. Por menos de 5.000 euros puedes ir como un rey encima de un scooter (sin ir más lejos el KYMCO X-TOWN). Ni hablar de un scooter de 125 cc para mero transporte urbano para el trabajo o compras. Un Piaggio Liberty cuesta 2.499 euros.
Evidentemente, son dos métodos de transporte distintos. La lluvia, el frío o los viajes largos en familia son enemigos (e inconvenientes) de las motos, pero, en general, proporcionan una plataforma de movilidad económica en comparación al coche que no podrás o querrás comprar. Podrán valer para entrar a las ZBE porque cuestan mucho menos que un coche eléctrico, pero no van a sustituir a un viaje largo, ni a un viaje compartido.
La negativa de algunos a adoptar el coche eléctrico puede ser la oportunidad de oro para las motocicletas. Y no es que vaya a pasar, sino que está pasando. Lo que sucede es que en 2035 podremos ver un 'boom' definitivo en la industria de la moto. A costa de la prohibición, sí.