Un escándalo en la industria japonesa ha salpicado a las principales marcas de coches y motos. El Ministerio de Transportes nipón está investigando a fabricantes como Toyota, Mazda, Honda, Suzuki, Kawasaki y Yamaha.
Toyota levantó la liebre, y el resto de fabricantes han admitido haber presentado datos erróneos o manipulados al solicitar la homologación de vehículos en las pruebas de seguridad. También afecta a las dos ruedas; Yamaha ya ha cancelado un cargamento de motos desde Japón, y Kawasaki está siendo investigada.
Investigados, no fraudulentos por el momento
El Ministerio de Tierra, Infraestructura, Transporte y Turismo informó el pasado 31 de mayo sobre una serie de inspecciones a las fábricas de automóviles y motos. La primera en caer fue Toyota, y descubrieron que algunos fabricantes de automóviles habían presentado datos de pruebas de seguridad incorrectos o manipulados cuando solicitaron la homologación de los vehículos.
Pero esto también afecta a la industria de las dos ruedas. De hecho, el ministerio ordenó a Yamaha (junto a Toyota y Mazda) suspender los envíos de algunos vehículos. Sin ir más lejos, los cargamentos de Yamaha R1 que salían desde Japón se han interrumpido hasta nueva orden.
Entre las irregularidades en los vehículos, el ministerio público señala casos concretos como mediciones incorrectas en las pruebas de seguridad y homologación. Por ejemplo, se han descubierto siete modelos de Toyota. que se sometieron a pruebas que diferían de los estándares gubernamentales. La marca ya ha pedido perdón: "Los vehículos fueron producidos y vendidos sin pasar por el proceso de certificación correcto", dijo el presidente de Toyota en declaraciones.
Sin embargo, y a pesar de que Honda y Suzuki también fabrican motos, en este caso no hay ninguna implicación en la división de motos de estas dos marcas, por el momento. Quienes sí están implicadas en sus respectivas divisiones de dos ruedas son Yamaha y Kawasaki.
Ha sido la propia Yamaha en la que, en un comunicado oficial, ha confirmado y pedido disculpas por la situación: "Nos tomamos en serio este incidente de comportamiento inapropiado y lo lamentamos profundamente. Nos disculpamos sinceramente por dañar la confianza de todas nuestras partes interesadas, incluidos nuestros clientes, socios comerciales y otras partes relacionadas".
Yamaha detalla más bien un error que un método fraudulento. Los japoneses detectaron irregularidades en dos exámenes de certificación: una prueba de ruido y una prueba de presión sonora de bocina. En la prueba de ruido, se realizaron ajustes inapropiados debido al derretimiento del equipo de prueba, mientras que en la prueba de presión sonora, se utilizó el número de chasis incorrecto en la documentación. Con las Yamaha YZF-R3 y TMAX parece haber "errores en la documentación".
La fábrica de Iwata, además, ha señalado que las motos paradas han vuelto a pasar por el proceso: "Hemos vuelto a probar los vehículos objetivo cuyos envíos están actualmente suspendidos y los vehículos que se enviaron en el pasado, y confirmamos que no habrá ningún problema en el uso real".
Si bien la prensa internacional no menciona a Kawasaki, sí aparece entre las trece empresas involucradas de dicho ministerio. Los de Akashi también están bajo investigación, y por el momento, no se han pronunciado al respecto.