Así ha sido Vive la Moto 2022: casi 41.000 visitantes y 120 expositores para un salón marcado por las ganas y algunas ausencias
Después de años (pandemia mediante) sin que Madrid tuviera su evento anual de referencia en el sector de la moto, Vive la Moto ha vuelto a la capital. Este año se ha reestrenado para recuperar su representatividad dentro del mundo de las dos ruedas y la movilidad, y hemos estado allí para contarte lo que hemos visto.
Muchos expositores, marcas de toda la vida, compañías emergentes, soluciones de movilidad alternativa, customizaciones, actividades y también algunas ausencias que han dejado entrever cierta sombra alrededor del mundo de la moto.
La moto ha vuelto con fuerza buscando la recuperación
Igual que en ediciones anteriores, Kawasaki ha tomado la delantera en el reparto de posiciones y se ha llevado la pole. Nada más entramos a la exposición los de Akashi desplegaron posiblemente el stand más grande, con todas sus motos y un despliegue escénico muy top.
La gama de Kawasaki al completo estaba presente con las imponentes H2 (Ninja H2 SX con doble radar y Z H2) como gran reclamo, pero con una representatividad más amplia para toda la familia Z, con las populares Z 650 y Z 900 como estrellas y el despliegue de bellezas de las Z 650 RS y Z 900 RS, con las exquisitas 50 Aniversario acaparando miradas.
Si a la izquierda del pasillo se posicionó Kawasaki como marca tradicional, a la derecha nos encontramos con el expositor de Sunra y su despliegue de motos eléctricas, con soluciones de movilidad urbana accesibles y variantes para delivery urbano.
Esta dualidad la vimos a lo largo de todo el recorrido por IFEMA. Ducati, Honda, BMW, Yamaha, Harley-Davidson o Triumph tuvieron grandes zonas de exposición, destacando la de Honda en pleno centro y con un vistoso plantel de mesas con comerciales atendiendo a los potenciales clientes. Por cierto, que al parecer la Honda Hawk 11 no parece que vaya a llegar a España según nos comentaron. Esperemos que cambien de opinión.
Otras repletas de novedades potentes como Triumph y sus flamantes Tiger 1200 o Speed Triple 1200 RR, aunque tenían un buen despliegue, quedaron un tanto deslucidas al estar apartadas al fondo del segundo pabellón.
Entre tanto otras marcas más discretas como Royal Enfield, Zontes, Voge, Benelly, Keeway, SYM, Fantic o Brixton sacaron músculo demostrando que el la parte asequible del mundo de las dos ruedas está teniendo un tirón que realmente mueve al público.
Entre ellas pudimos ver algunas preparaciones interesantes, pero también novedades como la Brixton Cromwell 1200. Es la primera vez que hemos visto en persona a esta moto de estilo roadster clásico, competidora directa de las Triumph Bonneville T120 y una de las primeras incursiones en la alta cilindrada más allá de otras marcas alternativas como CF Moto.
Por otro lado hemos podido ver la irrupción de marcas hasta ahora poco conocidas como Segway Powersports, y la proliferación de otras compañías alternativas y centradas en la movilidad eléctrica, Ovaobikes, Zero Motorcycles, Cake, Energica, Ebroh, Ray, Silence o el despliegue de soluciones SEAT.
Primera ocasión para ver en persona a la Zero SR/F y a su hermana de corte más deportivo Zero SR/S, aunque con esa pantalla frontal tamaño XXL pierde buena parte de su sensualidad eléctrica.
Un segmento con cada vez más representación y que refleja el trasvase del sector hacia soluciones específicas para entornos urbanos en los que la movilidad eléctrica es el futuro.
Demostraciones en vivo, charlas, rutas de prueba en pista cerrada o en tramos urbanos, exhibiciones de especialistas de la Guarcia Civil, Narcís Roca o Emilio Zamora, expositores de equipamiento, organización de viajes, ponencias... Un programa de lo más completo.
La cara B de Vive la Moto
También es verdad que aunque ha sido un salón repleto, con una notable afluencia durante el fin de semana, lejos de los expositores y las actividades hemos echado en falta la presencia de algunos nombres propios. Unos por decisión propia y otros motivados por las circunstancias.
El grupo KTM suele ser uno de los grandes animadores de los salones con un despliegue llamativo y su oferta de motos desenfadas, agresivas y de diseño, y este 2022 han decidido no acudir. KTM, Husqvarna y Gas Gas se han quedado fuera y nos han dejado con las ganas de ver novedades como la Husqvarna Norden 901 o la especialísima KTM 1290 Super Duke RR.
Kymco fue otra de las grandes ausencias, especialmente ahora que ha llegado el nuevo Kymco DTX 125 y 350 como sustituto de un superventas como ha sido desde hace una burrada de años el Kymco Super Dink. También nos hemos quedado con las ganas de ver a Suzuki y a todas las marcas del Grupo Piagio.
Y es que la sombra de la crisis ha sobrevolado el salón Vive la Moto, con cierta preocupación de las marcas por la situación de desabastecimiento y falta de stock. Las marcas no están vendiendo todo lo que les gustaría porque no las están llegando todas las unidades que la demanda está dispuesta a absorber.
Un cuello de botella que no preocupa a todos por igual. En el otro lado de la moneda algunas marcas siguen vendiendo con normalidad tirando de stock y no parecen preocupadas aparentemente.
Esperemos que sea una situación transitoria antes de volver a la normalidad, porque esta crisis logística ya está durando demasiado, y los aficionados tenemos muchas ganas de motos después de tanta pandemia. Ganas de motos de combustión o eléctricas. Nuevas o usadas. Y no necesariamente con dos ruedas.
Unas ganas que se han notado en la afluencia que nos ha trasladado la organización: 40.852 visitantes, más de 5.500 pruebas de producto, más de 120 expositores y medio millar marcas participantes en total.
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