Llegó el día. El día en el que Bimota y Kawasaki por fin han desvelado su ultra curioso proyecto con el que pondrán fin (en parte) al equipo de carreras japonés (KRT, Kawasaki Racing Team) que tantos éxitos acumula a sus espaldas, pero que a partir de ahora unirá sus esfuerzos con Bimota. Ha nacido la KB998.
Esta KB998 es una especie en extinción, y eso que acaba de nacer. No verás muchas unidades de ellas, pero sí las justas como para homologarse para circular por la calle, o a eso obliga el reglamento del WSBK. Y por fin está aquí.
200 CV y 500 unidades homologables: la promesa obligatoria de Bimota y Kawasaki
Kawasaki pilló desprevenido al mundo de las carreras cuando en abril anunció que transferiría su equipo de carreras de fábrica a una empresa conjunta con Bimota. Bombazo inmediato que ha permanecido en el silencio más absoluto hasta ahora, momento en el que han presentado a la bestia conjunta a la que han llamado KB998.
Es una moto completamente nueva. Sí que es cierto que desde que el fabricante japonés adquiriese participación en Bimota en 2019 han caído varios modelos impulsados por motores Kawasaki, pero nada como esta superbike, que es completamente nueva.
Hay que tener algo en cuenta, y de lo que ya avisamos: por norma, y dado que el WSBK es una serie de carreras basada en la producción, Bimota y Kawasaki tendrán que fabricar, por lo menos, 500 unidades de la KB998 para cumplir con los requisitos de homologación (y este es una de las principales diferencias con MotoGP).
Y aunque no conocemos detalles concretos sobre la moto, esto es lo que veremos en la calle. Sí se sabe que el motor es el mismo tetracilíndrico en línea de 998 centímetros cúbicos de la Kawasaki Ninja ZX-10RR; una suspensión Showa tradicional (nada de experimentos como en sus otras motos), frenada Brembo y escape firmado por Akrapovič.
A nivel visual es cierto que la moto conserva algunos rasgos del estilo de la Kawasaki Ninja, pero en líneas generales se trata de un carenado totalmente nuevo. La carrocería, en general, es algo más comedida, escondida bajo los falsos faros y sin sobresalir tanto como en la ZX-10RR primigenia. Obviamente encontramos apéndices aerodinámicos.
La influencia de Bimota viene más por el chasis, de nueva factura y creado ex profeso por la marca italiana para esta moto. Se trata de un marco de acero enrejado rojo brillante con un basculante, también de nuevo diseño.
Y sabemos otro dato: que no costará más de 44.000 euros. Es el tope presupuestario que las marcas están obligadas a cumplir, por lo que la moto no se podrá vender por más de ese precio cuando llegue. De momento ya la han destapado en Jerez, y puede que en el EICMA tengamos alguna sorpresa.