Nostálgicos de las hiperdeportivas, los rumores apuntan a una Suzuki Hayabusa de 1.440 cc en 2019
Mi abuela decía que cuando el río suena es porque lleva agua. Suzuki lleva algunos años estancada y necesita un revulsivo en su abanico de modelos. Hasta ahora hemos hablado de una deportiva intermedia turboalimentada, de la posibilidad de una GSX-R300 y, sobre todo, de la vuelta de la Suzuki Hayabusa.
La mítica reina de las deportivas de altos vuelos de finales del siglo XX y principios del siglo XXI cada vez parece más viable, y desde Japón siguen llegando los rumores de que Suzuki continúa perfilando su modelo tope de gama.
Una Suzuki Hayabusa renovada parece estar cada vez más cerca
Con la excepción de la recientemente lanzada GSX-R1000 y GSX-R1000R que ya pudimos probar en el circuito de Almería, las deportivas de Hamamatsu necesitan una renovación como agua de mayo. En su catálogo ya no figuran ni la GSX-R600, ni la GSX-R750, ni mucho menos la GSX-1300R Hayabusa.
Esta moto que logró postularse como la moto de serie más rápida jamás fabricada siempre ha tenido una gran aceptación entre el público, pero la mayor represión hacia la velocidad, el viraje del mercado hacia conceptos más racionales y las normativas de emisiones cada vez más restrictivas (la última Hayabusa era Euro3) han desterrado este tipo de motocicletas. Sólo Kawasaki mantiene algo de aquél halo místico con la ZZR1400 y la más reciente H2 SX sobrealimentada.
Hay mucha especulación en torno a cómo será la reencarnación de la hipotética Suzuki Hayabusa, pero todo apunta a que habrá un nuevo modelo, sí o sí, para alegría de todos. En esta ocasión han sido los italianos de InSella (que a su vez se hacen eco de rumores procedentes de Japón), los que han arrojado nuevos datos a esta maraña de rumores.
Las últimas creencias apuntan a que el motor que equipe la nueva 'Busa suba la cilindrada de su cuatro cilindros en línea hasta los 1.440 centímetros cúbicos, un paso bastante predecible si quieren mantener unos niveles de prestaciones sobresalientes y cumplir no sólo la restrictiva Euro4, sino también la futura Euro5.
¿Por qué iba Suzuki a aventurarse a un nuevo propulsor Euro5? Muy sencillo. Uno de los motivos de que la Hayabusa no se haya seguido vendiendo es que, al ser Euro3, la Euro4 se lo ha impedido a partir de 2017. Pues bien, la Euro5 llega en 2020, por lo que sería un soberano error montar un motor Euro4 si los rumores sobre la fecha de comercialización de la nueva Hayabusa en 2019 son ciertos.
En cuanto al apartado electrónico, el salto generacional que deberá dar la Hayabusa será en plan doble tirabuzón corvado. La última actualización de la Hayabusa se realizó hace alrededor de una década. El modelo 2013 fue un lavado de cara de una moto con muchos más años a sus espaldas, así que para el futuro modelo tendrían que tirar la casa por la ventana en Japón.
El equipamiento de serie debería incluir, como poco, una electrónica con plataforma de medición inercial IMU, control de tracción, ABS en curva y suspensiones adaptativas como poco para resultar una moto atractiva. Y eso teniendo en cuenta que aún faltarían casi dos años para la irrupción del modelo, tiempo en el que pueden cambiar mucho las cosas.
La rumorología alrededor de la Hayabusa tenemos que cogerla con pinzas, pero tampoco puede caer en saco roto. 2018 supone el 20 aniversario del modelo original y las marcas, especialmente las japonesas, son muy de sacar músculo para celebrar este tipo de onomásticas.
En cualquier caso, el futuro modelo y todas sus papeletas de convertirse en realidad deberán materializarse en una moto sport-turismo envuelta en un carenado genuinamente aerodinámico como el que las hizo famosas originalmente, apto para viajar en solitario o con pasajero y bien cargado de equipaje, de serie u opcionalmente.
Veremos si al final aquellas informaciones que apuntaban a la sobrealimentación para competir contra Kawasaki son verdad o se las lleva el viento.