La Ducati Panigale V4 no va a acabar con las superbike bicilíndricas de Bolonia, al menos de momento

En efecto, Ducati ha dado un golpe sobre la mesa a la hora de jugar con las mismas cartas que la competencia en el Campeonato del Mundo de Superbikes. Ya lo hicieron en MotoGP, pero ahora con toda la experiencia ganada en la élite mundial del motociclismo tienen previsto asediar el WSBK con un motor de cuatro cilindros derivado del motor Desmosedici de carreras.

La continuísta Ducati Panigale V4 estrena un motor de cuatro cilindros en uve a 90º denominado Desmosedici Stradale de 1.103 centímetros cúbicos y 214 caballos, del que posteriormente se derivará (previsiblemente en un año) una versión de litro para correr en el mundial de Superbikes dentro de una hipotética Ducati Panigale V4 R. Pero no, los bicilíndricos no están acabados.

Ducati quiere que su V4 llegue al WSBK con garantías de éxito

Las normativas anticontaminación mandan tanto como las carreras. La Euro 4 se ha convertido en una imposición obligatoria que ha obligado a modificar los motores de dos cilindros. En la competición Ducati era la única en usar los motores de dos cilindros contra una horda de marcas con motores tetracilíndricos.

Claudio Domenicalli ya avanzó hace meses que esta nueva planta motriz podrá ser utilizada en otros modelos de la marca de Borgo Panigale, abriendo un nuevo camino a las prestaciones puras. ¿Eso quiere decir que Ducati vaya a dar la espalda a los bicilíndricos? Ni mucho menos.

Mientras llega la versión de carreras de la V4 nos preguntamos por qué no han lanzado ya directamente una variante de carreras y se han decantado por dos cilindradas diferentes para un mismo motor como ocurre con las 1299 Panigale y 1199 Panigale R. La respuesta podría venir desde el lado de la fiabilidad, buscando un producto sólido sobre el que hacer pruebas antes de lanzar un modelo homologado para competición.

Además de las versiones de carretera, Ducati va a poner en pista al menos dos Panigale V4 dentro del Campeonato Italiano de Velocidad, en la categoría National Trophy de la mano del equipo Barni Racing. La escuadra de Marco Barnabò en la que milita Xavi Forés en el WSBK contará con Ivan Goi y Luca Conforti como pilotos a los mandos de unas motos que harán las veces de laboratorios rodantes.

Por otro lado no hay que ser un lince para haber notado notado cierta hiperactividad en la factoría boloñesa. Las superbike italianas por excelencia han recibido varias actualizaciones en forma de ediciones especiales. Las más recientes han sido la especialísima Ducati 1299 Superleggera con su estructura, carrocería, llantas y basculante realizados en fibra de carbono, las bellísimas 1299 Panigale S Anniversario cuyas 500 unidades conmemoraban los 90 años de historia de Ducati en 2017 y las últimas 1299 Panigale R Final Edition.

Pues bien, lo que debemos tener en cuenta es que las 1299 Panigale hasta ahora cumplían sólo con la normativa Euro 3 y aunque la moratoria permitía vender las unidades residuales no podrían correr en la temporada 2018 del mundial de Superbikes. En cambio, la jugada en forma de parche tricolor la han puesto con las Final Edition.

Ducati 1299 Panigale R Final Edition: el final de una estirpe

Estas superdeportivas a diferencia de sus hermanas equipan un motor que sí cumple con la Euro 4 y aun así ofrece una cifra descomunal de 209 caballos heredando piezas de la Superleggera. La presentación del modelo con Chaz Davies y Marco Melandri a sus mandos fue la pista definitiva: las Final Edition serían la base para correr en 2018 y por eso no se trata de una edición limitada pero sí numerada.

Ducati puede vender (y venderá) todas las unidades que quiera hasta la llegada de la V4 de carreras para poder cumplir con los requisitos de unidades mínimas vendidas para poder competir en el WSBK. Clientes no les van a faltar siendo prácticamente los únicos fabricantes que venden este tipo de moto.

Para tratar de mantenerse en todo lo alto, las bicilíndricas se siguieron poniendo al día con el mejor equipamiento, suspensiones Öhlins TTX36 y NIX30 de última generación, escape Akrapovic y una electrónica aún más afinada conforman una base conocida y mejorada de las últimas Panigale V2 oficiales que veremos en competición.

Sin duda será una despedida triste el tener que dar la espalda a las últimas bicilíndricas de carreras. Esperemos que las V4 nos hagan olvidar su ausencia rápidamente, aunque seguiremos echando de menos sus bramidos.

Y para aquellos que los V2 nos enamoran, seguiremos teniendo a la Ducati 959 Panigale y a su versión actualizada 959 Panigale Corse que se presentó en el pasado Salón de Milán. Una deportiva media venida a más con 150 cv, más razonable en carretera y muy disfrutable en circuito