Decía yo, en plan de broma interna en una lista de correo, que la DGT es la nueva SGAE. Algo que era una broma, pero que, una vez visto lo visto, no puedo resistirme a defender como una realidad. No se si es por una estrategia publicitaria de algún tipo (del tipo que desprestigia más que del tipo que suma puntos), o por qué es, pero la Dirección General de Tráfico ha denunciado y multado a la distribuidora de la película Larry Crowne porque sus protagonistas aparecen montados en un ciclomotor sin llevar el casco puesto. Pero no se enteran de que en la peli si que llevan el casco puesto (ver enlace anterior).
Esto violaría el artículo 52 de la ley de tráfico, y la broma cuesta 30.000 euros. Esta norma advierte que no es lícito hacer propaganda o publicidad de acciones que inciten a violar el código, y claro está, no llevar casco lo es… al menos desde el punto de vista de la DGT. En mi humilde opinión, está bien que se persigan la malas publicidades, los vídeos de YouTube que incitan a hacer el cafre hasta límites insospechados y otras prácticas. Pero “penar” un cartel de una película para el que probablemente los actores están estáticos en un ciclomotor montado en su pata de cabra, en un estudio… eso ya es un poco demasié.
Puede que sea una tontería mía, pero la productora puede pagar la multa, mientras que a los descerebrados que salen en YouTube échales un galgo a ver si los pillas. En todo caso, queda como la noticia curiosa (o chorras) de la semana.
Gracias a Manuel Rubio por la pista.
Vía | HighMotor