Para muchos, el dinero llega muy poco a poco, y supone ahorrar hasta el más mísero céntimo durante años. Luego, el cómo lo guardes, dentro o fuera del banco, en una cuenta o debajo del colchón, es independiente. La cosa es que tengas todo a buen recaudo para cuando llegue el gran momento: comprarte el coche o moto tan deseados.
En un concesionario en Santa Catalina (Brasil), un cliente pagó a tocateja los 17.000 reales que costaba su vehículo. La cara de los comerciales cuando vieron entrar al comprador con 13 garrafas llenas con dinero debió ser un auténtico poema. Pero no se lo rechazaron.
Pasaron 36 horas solo para contar el dinero de todas las garrafas
La historia tiene lugar en un concesionario de compra-venta de São José (Santa Catalina, Brasil). La persona en cuestión estaba interesada en comprar uno de los vehículos que tenían en stock, y llevaba cuatro meses en contacto con los comerciales. Hasta que el pasado agosto decidió dar el paso y presentarse en el concesionario.
El vehículo en cuestión (Honda City) costaba 65.000 reales brasileños. El hombre estuvo ahorrando hasta el céntimo más pequeño y cuando abrió el maletero de su coche para formalizar el pago, alucinaron.
En él había garrafas hasta arriba de monedas. Concretamente 17.000 de entre 5 céntimos y 1 real. Con ello pagó parte de los 65.000 reales, mientras que el resto lo pagó a través de Pix, un sistema de pago electrónico brasileño.
Nos quedamos aterrorizados cuando vimos las monedas", dijo el gerente del concesionario, John Raupp en palabras al medio brasileño G1. En sus catorce años de profesión, dice, nunca había visto nada parecido.
No solo eso, sino que los diversos empleados tuvieron que meter unas cuantas horas extra para poder hacer recuento de tantísimas monedas. Concretamente 36 horas: "Estuvimos mucho tiempo contando el dinero. Teníamos mucho clientes y otras negociaciones en marcha", explicaba el gerente a otro medio, Correio.
En España esta situación sería directamente imposible, básicamente porque según la Ley 11/2021, del 9 de julio, el pago máximo en efectivo es de 1.000 euros a profesionales que intervengan en la venta de vehículos. Pero en Brasil, al parecer, no existe semejante limitación fiscal.