Gregorio Lavilla sobre los posibles cambios en el WSBK: "Me encantaría que Valentino Rossi corriera invitado"
Últimamente el Campeonato del Mundo de Superbikes está dando mucho que hablar. La segunda juventud que la competición de las motos derivadas de la serie empezó a ser atractivo a ojos de Dorna hasta el punto de comprar los derechos en 2013. Desde entonces la máquina de convertir campeonatos en oro está en marcha y los cambios que llegaron para este 2017 son sólo un parche.
La reforma estructural del campeonato es algo que va a llegar tarde o temprano y va a afectar a los pilotos, marcas y equipos en favor de un mayor atractivo para el espectador. Con mucho trabajo por hacer (y muy complicado además) Gregorio Lavilla ha hablado con los compañeros de GP One y ha dejado algunas perlas bastante interesantes.
Gregorio Lavilla, el maestro de ceremonias de SBK
Los cambios del WSBK pasan por convencer a todos los fabricantes para que utilicen una electrónica única y neutralicen las diferencias digitales
Después de su etapa como piloto, Gregorio Lavilla se ha convertido en toda una eminencia dentro del Campeonato del Mundo de Superbikes. Respetado dentro y fuera de la pista, el actual Director de Carrera del WSBK es el encargado de buena parte de lo que ocurre bajo el paraguas de Dorna en el campeonato de las motos derivadas de la serie.
Aterrizado en Superbikes allá por finales de los años 90, el español militó en Ducati, Suzuki y Kawasaki hasta 2003, antes de convertirse en piloto probador de Suzuki en MotoGP durante la campaña 2004, Lavilla cerró su mejor temporada en el WSBK con un quinto puesto en la clasificación general subiendo al podio en seis ocasiones. A su salida del mundial se marchó al Campeonato Británico de Superbikes donde logró cosechar el título en 2005 con la Ducati 999R.
Ahora se encarga de que los 130 pilotos que conforman todas las categorías del certamen tengan satisfechas sus necesidades y tomar decisiones que contenten a la mayor parte posible de implicados. Con esta tarea como una de sus funciones más importantes (además de que las carreras se desarrollen bajo control), Lavilla se enfrenta al duro reto que tiene por delante para tomar decisiones que afectarán de forma relevante al campeonato.
El otro día hablábamos sobre que a Dorna no le gustaba la brecha entre las motos punteras de Ducati y Kawasaki y el resto de marcas. Para aproximar esta diferencia tecnológica y abaratar los costes del campeonato, Dorna está barajando muy seriamente la posibilidad de introducir una centralita única para equipar a todas las motos de la misma manera que ya se está haciendo desde 2016 en el Campeonato del Mundo de MotoGP.
Medidas de espectáculo contra el progreso
Con este cambio tan relevante se promoverá una mayor igualdad entre las motos de la parrilla, ya no entre las diferentes marcas sino también entre las monturas de una misma marca que militen en un equipo oficial o uno privado facilitando que actuaciones como la de Leon Haslam sean algo más que anécdotas. Todo al final se reduce a una cuestión de presupuesto y como bien sabes hay marcas dispuestas a invertir mucho más que otras en el proyecto de SBK.
La historia de Kawasaki en MotoGP acabó en 2008 tras pasar años sin pena ni gloria invirtiendo ingentes cantidades de dinero en el pináculo del motociclismo. Tras un pequeño Kit Kat y con un Campeonato del Mundo de Superbikes que empezaba a repuntar de nuevo decidieron que era su momento para destinar casi los mismos recursos que en MotoGP para asegurarse el dominio en un campeonato que podía reportar grandes beneficios comerciales.
El reglamento de SBK siempre ha marcado el desarrollo de las deportivas de calle y lo que Dorna quiere es una normativa similar al actual Superstock
Por otro lado, Superbikes y Ducati tienen un vínculo irrompible. Si hay una marca que ha puesto toda la carne en el asador para estar presente en lo más alto del WSBK sin duda esa ha sido la marca de Borgo Panigale. Tan estrecha es la relación entre el campeonato y el fabricante que se les ha permitido siempre contar con cierta ventaja técnica en el reglamento para que mantuvieran su seña de identidad bicilíndrica.
Mirando las últimas décadas, las 851, 888, 916, 996, 998, 999, 1098, 1198, 1199 Panigale siempre han cubicado más que las tetracilíndricas para compensar la falta de estirada y potencia máxima. Incluso estos favoritismos reglamentarios llevaron a otros fabricantes fieles a los tetras a inventarse bis como la Honda VTR1000SP1 y SP2, Suzuki TL-1000R o la preciosa Aprilia RSV.
De la misma manera que los fabricantes escudriñaron los resquicios del reglamento fabricando incluso nuevos modelos para ser competitivos, un cambio técnico tan relevante como una centralita única no va a hacer demasiada gracia a las marcas.
Tener que renunciar a su electrónica actual a cambio de desechar toda la inversión que estas marcas realizan para ganar carreras a base de radicalizar sus modelos de calle y desarrollar nuevas tecnologías propias va en contra de sus planteamientos, además de neutralizar la ventaja competitiva contra sus competidores. Pero tal y como hemos visto en MotoGP es el único camino para que el mayor número posible de fabricantes estén animando las carreras.
Mientras Kawasaki y Ducati utilizan sofisticadísimos conjuntos digitales, otras marcas como BMW o Aprilia se tienen que conformar con desarrollos muy similares a los que emplean en sus motos de serie. Equiparar la magia que no vemos dentro de las Superbike sería al mismo tiempo un aliciente para el espectáculo y un freno para los fabricantes. ¿Qué prima? El espectáculo, por supuesto.
La importancia del piloto, también como estrella invitada
"Queremos un campeonato de pilotos", apunta Gregorio Lavilla. Algo que va en contra con la variedad mecánica actual con hasta seis marcas en parrilla
Dorna quiere espectáculo y si eso pasa por implantar un cerebro único en todas las motos de la parrilla, lo harán. Antes o después, pero conseguirán el consenso de todos los fabricantes. Ya están trabajando en ello, y el propio Lavilla reconocía que "una misma electrónica para las motos oficiales y satélite de cada marca sería sólo una solución temporal. Lo que sería más interesante es que todas las motos equipasen la misma electrónica".
"Queremos un campeonato de pilotos, queremos que ellos marquen la diferencia" afirmaba el Director de Carrera, y es que otra de las medidas que a Dorna le gustaría implementar es la transferencia de pilotos de MotoGP a Superbikes, pero no sólo pilotos de segunda línea, sino punteros.
El modelo comercial de Dorna para por un mundial de Superbikes de mucho mayor calado en niveles de audiencia. Basta ver las carreras desde casa para darte cuenta de que los circuitos en las carreras del SBK están prácticamente vacíos. A excepción de citas puntuales como la británica con su legión de pilotos copando victorias. Marco Melandri el pasado domingo fue el primer no británico ganador desde la victoria del malogrado Nicky Hayden en la segunda carrera de Malasia 2016.
Dorna quiere gradas llenas y derechos de retransmisión al alza, y para conseguirlo quieren que las estrellas de MotoGP participen en el WSBK aunque sólo sea en ocasiones puntuales. "Nuestro objetivo es aumentar el interés del público en el WSBK" apuntaba Lavilla, quien además ponía un nombre sobre la mesa: "Me encantaría tener a Valentino Rossi en el campeonato durante algunas rondas, sería fantástico".
El sistema de parrillas invertidas del domingo en función de la carrera del sábado es uno de los mayores esperpentos que hemos visto en competición. No vale todo en pro del espectáculo, así que confiemos en que medidas como esa sean simplemente temporales y Dorna esté trabajando en un marco serio, seguro y saludable para todos los implicados en el campeonato, y entretenido para los aficionados.