La siniestralidad en las vías españolas sigue sin acumular buenos datos en cuanto al número de fallecidos. A día de hoy parece que ninguna medida de las tomadas por la administración en los últimos años consigue que las muertes en carretera desciendan de manera significativa, ante lo cual la Fundación Mapfre se ha posicionado pidiendo nuevas actuaciones.
El grueso de esas propuestas ofrecidas por la Fundación Mapfre para evitar el mayor número de accidentes y fallecimientos en nuestras vías, tanto urbanas como interurbanas, es la recomendación de reducir las velocidades máximas en tramos de mayor población a 20 km/h y a 30 km/h y en las carreteras convencionales de doble sentido a 90 km/h.
El exceso de velocidad, las drogas y los despistes, los principales enemigos de la seguridad
Pero no todos los males vienen de la mano del exceso de velocidad. Según la Fundación Mapfre, no sólo se trata de concienciar a los conductores para que la velocidad sea menor, sino que también hay que tratar problemas muy graves como los que producen el consumo de alcohol o drogas, los despistes por utilizar el teléfono móvil mientras se conduce, las imprudencias a la hora de adelantar a ciclistas y la insuficiente utilización de los sistemas de seguridad pasiva.
Para Jesús Monclús, director de Prevención y Seguridad Vial de MAPFRE, la situación actual es negativa y se requiere una acción contundente inmediata: “Las cifras no son buenas y no pueden serlo cuando de nuevo vamos a rondar los 1.800 fallecidos al año, lo que implica que se produzcan 150 siniestros al mes, 35 a la semana y 5 al día. Por si fuera poco, a mediados de diciembre se incrementó un 4 por ciento el número de fallecidos y la tendencia en el número de accidentes en zona urbana tampoco se prevé positiva”.
La solución para Monclús debe venir de la mano de un incremento en las medidas de prevención y de una política de seguridad vial mucho más seria. Está claro que con las cifras en la mano, no se está mejorando la situación de años anteriores, lo que indica que hay que buscar nuevas soluciones o enfoques para conseguir el objetivo de reducir la mortalidad en nuestras carreteras.
Las otras dos propuestas más incisivas de la Fundación Mapfre son la reducción de la velocidad en las zonas con mayor concentración de peatones dentro de las ciudades, sobre todo en vías de un sentido. Según un informe de Mapfre, la reducción de 10 km/h puede suponer la diferencia entre un atropello mortal y evitar el accidente. De hecho, según este informe si la velocidad no se excediese se podrían salvar 360 vidas al año en las ciudades.
Por último y quizás como la medida más polémica, la Fundación Mapfre apunta a un aumento de la presencia policial en las carreteras. De esta manera, estiman que las muertes se podrían reducir en un 5% si la presencia de agentes de las fuerzas de seguridad aumentase un 10%.
Fuente | EFE