Cada día falta menos para la edición 2018 del Rally Dakar y como no podía ser de otra manera, Laia Sanz se encuentra ya en plena forma para afrontar la que es una de las pruebas más duras del mundo sobre su KTM 450 Rally.
La piloto de Corbera de Llobregat será una de los 141 pilotos de motos que tomarán la salida en Lima (Perú) el próximo día 6 de enero y con ello, comenzará su octava participación en el mítico y prestigioso Rally en el que ya consiguió finalizar en novena posición en 2015 con el que fue su mejor resultado.
Experiencia y veteranía con el top 15 como objetivo
La experiencia es la clave y más todavía en una carrera de estas características y con un recorrido tan duro como el de la cuadragésima edición del Rally Dakar. En ese sentido, Laia Sanz cuenta con siete participaciones en sus espaldas, algo que sin duda jugará a su favor en las pistas y dunas americanas.
Sanz, que tiene 18 títulos mundiales de trial en su vitrina, ya sabe lo que es hacer grandes actuaciones con anterioridad y llega en un gran estado de forma tras un año en el que ha conseguido subir al podio en el mundial de Cross Country, siendo la primera mujer en conseguirlo y entrando así a formar parte de la historia nuevamente. “Llego mejor que las dos últimas ediciones. He hecho muy buen trabajo tanto físicamente como encima de la moto. Me siento en forma y con la ventaja de la experiencia adquirida”.
Después de un año muy completo, en el que también ha participado en el mundial de Enduro, Laia reconoce que su objetivo para este año es estar entre los quince primeros pilotos de la general: ”Si lo hago todo bien quizá puedo estar más adelante del 9º puesto que logré en 2015, pero no quiero pensar en una posición en concreto. En el Rally de Marruecos, por ejemplo, salí sin pensar en nada y salió muy bien”.
Sanz también reconoce que se encuentra muy cómoda con la nueva KTM 450 Rally, una moto más fácil de llevar y menos radical que su antecesora. Por ese motivo, la piloto del Soficat Xerox confía en poder exprimir el máximo a lo largo de los 14 días que tendrá que pasar sobre ella. “Me anima mucho ir con esta moto y creo que me puede ayudar a dar un salto importante adelante, porque es menos física que la anterior 450 Rally”.
Con 9.000 kilómetros por delante, una de las novedades de esta edición es el retorno a Perú, una parte del recorrido marcada por las dunas al estilo del antiguo Dakar africano. Posteriormente el camino de los pilotos pasará por Bolivia para acabar en Argentina. Para Laia Sanz, las claves de este año serán navegar bien y gestionar correctamente la carrera pensando en la segunda semana. “Esta vez pienso que la dificultad irá in crescendo, así que habrá que guardar energías para la parte final”.