Junto a la llegada de la nueva Kawasaki Z900 también hace lo propio una renovada Kawasaki Z650 para aprovechar el rebufo de la superventas. Estética de familia, espíritu Sugomi y un confort de marcha revisado son las grandes bazas de esta moto naked media.
En términos de potencia no hay cambios, y sigue postulándose como una opción perfecta para el carnet A2 con 68 CV.
Kawasaki Z650: naked lógica pero bien equipada
Han pasado dos temporadas desde que se presentó la Kawasaki Z650. Dos años más tarde la Z intermedia recibe un restyling para actualizarse de cara a la Euro5, y de paso refrescar su imagen. Los grupos ópticos son nuevos, ahora con tecnología LED, y los asientos tienen un nuevo mullido para que los kilómetros sean más llevaderos a sus mandos.
A nivel mecánico sigue manteniendo el mismo propulsor bicilíndrico en paralelo al que se le añade lo justo para superar las nuevas normativas anticontaminación pero manteniendo los 68 CV de potencia máxima y un par motor de 68,7 Nm.
El chasis y las suspensiones no reciben ningún retoque, porque si algo funciona es mejor no tocarlo. Así el bastidor es el mismo tubular de acero que agarra al motor por la parte superior y a él se anclan una horquilla delantera convencional y un monoamortiguador trasero que controla al basculante asimétrico de aluminio.
El gran salto cualitativo se encuentra en la electrónica y es que pese a ser un moto asequible (aún nos falta por confirmar el precio) equipará el mismo cuadro de mandos 100% digital TFT que monta la Z900. Una pantalla de 4 pulgadas con conectividad vía Bluetooth y dotada de la aplicación Rideology, además de poder mostrar indicaciones de navegación.
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