El mayor fracaso de Honda fue también su mayor triunfo. La moto japonesa más bonita que cambiaría para siempre la historia de las motos

El mayor fracaso de Honda fue también su mayor triunfo. La moto japonesa más bonita que cambiaría para siempre la historia de las motos
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Hablar de Honda en 2024 (siempre en el mundo de la moto, obviamente) son luces y sombras. En la calle sus modelos siguen triunfando (oh, querida CBR600RR, Africa Twin...), pero en competición están viviendo días bajos.

Pero no siempre fue así. Hubo una época en la que Honda no estaba tan idealizada ni tenía la fama que tiene ahora. Y si todo cambió fue a una moto que supuso un fracaso: la Honda NR500.

H2

Dicen las lenguas que si uno cae, se levanta más fuerte. Algo parecido le pasó a Honda con la NR500, la moto sobre el papel (y a primera vista, para que engañarnos) era casi perfecta. Unía tecnología y diseño casi a una.

Tengamos en cuenta el contexto: años '70, los japoneses decidieron abandonar el Mundial de Motociclismo un par de años del inicio de la década antes debido al cambio de reglamento. Tardarían nada menos que una década en volver, y la NR500 supondría la encarnación de ese regreso.

Pero su fundador, Soichiro Honda, tenía una visión mucho más avanzada al resto. De ahí parte de su fama, la verdad. Se le describe siempre como un hombre inteligente y meticuloso. Muy japonés, vaya. Y en pleno apogeo de los humeantes y sonoros motores de dos tiempos, Honda quiso salirse de la tangente. Y lo hizo.

Honda Nr 2 2024

En 1979 nació la NR500. Era una moto radicalmente distinta al resto; la innovación clave, entre muchas, fue el motor de pistones ovales obra de Soichiro Irimajiri. Los cuatro tiempos cambiaron para siempre, pues se cargaron su limitación al permitir un mayor llenado de la cámara de combustión a altas revoluciones. Más potencia en un motor de cuatro tiempos era lo que Honda buscaba.

Chasis, diseño, peso, tecnología, materiales de construcción (carbono o cerámica)... Sobre el papel era perfecta. Pero amigos, cuando la pusieron en pista para el primer Gran Premio de Gran Bretaña en Silverstone en 1979 se les cayó el mundo encima. Y así una carrera tras otra: problemas mecánicos, fallos y un sinfín de penalidades después, acabaron por apodar a la moto la "Never Ready", o nunca lista. Ya imaginamos por qué: siempre fallaba.

Honda Nr 3 2024

La NR500 fue el fracaso más estrepitoso de Honda. Pero siempre hay un pero, y es que no todo iba a ser malo. Aquella moto supuso la base del éxito que estaría por llegar; Honda corrigió sus errores en posteriores modelos y supuso un renacimiento técnico y de desarrollo en la casa tokiota.

En consecuencia poco después nacieron las RS1000RW y RS750R que un buen día culminaron con la RVF750, la hija predilecta de Honda que sin la NR500 nunca hubiera nacido, y después las RC de Superbikes.

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