La improvisada carrera final de MotoGP en Barcelona tenía muchas papeletas para ser un desastre, pero el trabajo contrarreloj de Michelin lo evitó

La improvisada carrera final de MotoGP en Barcelona tenía muchas papeletas para ser un desastre, pero el trabajo contrarreloj de Michelin lo evitó
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La catástrofe de la DANA que obligó a cancelar el Gran Premio de Valencia de MotoGP puso en un serio aprieto al campeonato. Había que celebrar una última carrera, pero apenas quedaban fechas disponibles en el año y en condiciones climáticas aceptables para el motociclismo. Finalmente, Barcelona fue la sede elegida.

Enseguida, todas las miradas se giraron hacia Michelin. El de Montmeló es uno de los circuitos con menos grip y más desgaste de neumáticos históricamente, y además cuenta con tres frenadas de izquierdas totalmente aisladas entre ellas que, con el frío de noviembre, formaban un combo letal. Visto el Gran Premio, podemos decir que Michelin ha sido el gran ganador.

Solo dos caídas entre las dos carreras y la Q2; el gran éxito de Michelin en Barcelona

Es muy fácil pontificar sobre qué se debería haber hecho cuando ocurre un desastre, pero en el reverso va la obligación de elogiar a quien los evita. El Gran Premio de la Solidaridad tenía todas las papeletas para convertirse en una carnicería de caídas, y ha acabado siendo uno de los más limpios del año: ninguna caída en la carrera sprint y solo una en la larga.

Correr en Barcelona-Catalunya es un dolor de cabeza para cualquier suministrador de neumáticos en cualquier categoría. El asfalto apenas tiene agarre, casi todas las curvas son a derechas de alta velocidad y las pocas curvas a izquierdas que hay son frenadas fuertes separadas entre sí. Es decir, se llega a ellas con poca temperatura.

Si añadimos al combo el frío de correr en noviembre y los escasos quince días de planificación que ha habido, la carrera final de MotoGP podría haber sido un desastre plagado de caídas. Pero el trabajo contrarreloj de Michelin ha conseguido que el Gran Premio de la Solidaridad, y el mundial de MotoGP, se hayan resuelto de forma limpia y segura.

Michelin Barcelona Motogp 2024

Y no ha sido casualidad. Michelin redobló sus esfuerzos para la cita de Montmeló. Llevó a Barcelona siete juegos de neumáticos, dos más de los habituales. Cuatro de ellos para la rueda delantera y tres para la trasera, todos ellos con un refuerzo en el lado derecho para aguantar las ocho curvas a derechas de alta velocidad del circuito.

Los pilotos se mostraron encantados ya después de los entrenamientos del viernes, muy conformes con lo que había traído Michelin para solventar los posibles problemas de temperatura. Lo que no sabían es el titánico esfuerzo que se hizo en la fábrica de Clermont-Ferrand para llegar a tiempo para la carrera.

Para hacer las gomas traseras Michelin directamente utilizó impresoras 3D en Le Gravanches, pudiendo producir con rapidez y sin perder calidad los neumáticos de Barcelona. Los delanteros se hicieron en la planta de deportes de motor llamada Cataroux. En quince días se tuvo que hacer todo un ejército de nuevas gomas.

Piero Taramasso Michelin Motogp 2024

Michelin descartó las gomas duras que se usaron en este mismo circuito en mayo y apostaron por neumáticos más blandos que alcanzasen más fácilmente el rango de temperatura óptimo para su funcionamiento. Incluso llevaron gomas asimétricas, con diferentes durezas en los flancos del neumático, similares a los de Phillip Island o Sachsenring.

No, no se batieron los récord de la pista ni la carrera fue la más rápida de la temporada, pero Michelin logró salvar sin grandes incidentes un final de temporada que tenía ingredientes para ser agónico, y Jorge Martín puedo levantar su corona en una carrera sin las caídas y el caos que Michelin evitó.

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