La carrera de 250 c.c ha sido la más emocionante de todas con amplia diferencia. Era la única categoría en la que estaba el título en juego. Debón tenía la pole, pero no pudo ni tomar la salida por las lesiones que se provocó ayer. Simoncelli tenía que vencer si o si, y a Aoyama le valía con ser décimo primero para proclamarse Campeón del Mundo. En la salida Héctor Barberá se puso en cabeza seguido de Aoyama. Bautista estaba detrás de ellos y tras el Simoncelli, que tenía que remontar si quería tener opciones de título.
Aoyama estaba muy fuerte, y su agresividad parecía indicar que quería lograr el título ganando. Simoncelli comenzó a remontar posiciones, ayudado también por Alvaro Bautista quien por cierto llevaba el casco especialmente decorado con los colores del antiguo casco de Jorge Martínez Aspar.
Simoncelli y Aoyama mantuvieron un bonito duelo durante unas cuantas vueltas, pero el piloto japonés de Honda estaba tomando demasiados riesgos y se coló al final de recta en una de las frenadas más disputadas. Aoyama consiguió levantar la moto, y aunque se hizo un paseo muy largo por la tierra, consiguió volver a la pista.
Aoyama volvió en la undécima posición, con lo que le bastaba con mantenerse en ese puesto para lograr el campeonato. Barberá seguía en cabeza hasta que Simoncelli le adelantó. Pero a pocas vueltas del final, Simoncelli se fue al suelo en la curva Doohan, con lo que se esfumaban sus opciones al título.
Barberá pasó primero bajo la bandera a cuadros y se aseguró el subcampeonato del mundo. Por detrás de el completaron el podio Alvaro Bautista que ha sido segundo y Rafaelle de Rosa que ha sido tercero.
Honda y el piloto Japonés Hiroshi Aoyama logran así el último título de Campeón del Mundo de 250 c.c. Gracias 250 por habernos dado tantos momentos de emoción. Bienvenida Moto2...