Hace un año (más o menos) estábamos disfrutando del previo al primer Gran Premio de motos de la temporada, y las novedades nos atosigaban, las perspectivas estaban muy abiertas y nos lo esperábamos todo. Ver a Rossi, a ver si arrasaba o no, comprobar el nivel de los pilotos españoles, sorprendernos con las Ducati,...
Ya en los entrenamientos oficiales, una mancha de aceite tiraba por los suelos a la mitad de la parrilla, en una especie de bacanal de caidas, y nos preguntábamos dónde estaba Valentín Requena. Tras este susto, Toni Elías se posicionaba delante de Rossi, en segunda fila junto al debutante del año, Dani Pedrosa.Nada hacía presagiar que en la primera vuelta Toni Elías tiraba por los suelos al campeonísimo, en una maniobra bastante, como se definió en su momento, desafortunada. La moto del italiano quedaba tocada y perdía muchísimo tiempo, finalizando a la postre el catorce, dos puntitos. La carrera tuvo color rojo claramente, con Capirossi logrando una brillante victoria por delante de Pedrosa y de Hayden. Sete Gibernau se quedaba fuera por una avería en el potenciómetro del cambio, lo cual era una pena con lo bien que iban las Ducati.
El año pasado, la carrera de Jerez fue una fiesta en todas las categorías, en 250cc Jorge Lorenzo empezaba su dominio aplastante de la categoría consiguiendo una victoria con la gorra, mientras que Héctor Barberá tenía problemas físicos con una mano tocada por caída en los entrenamientos y terminaba en una buena quinta posición.
Y en 125cc, Álvaro Bautista empezaba con victoria, apuntándose el primer tanto para la conquista del título mundial, en una carrera de dominio absoluto también, con Lucas Pesek al parecer a la expectativa, pero impotente con el cambio de ritmo del español. Julián Simón, Héctor Faubel y Sergio Gadea quedaron 5º, 6º y 7º respectivamente, mientras que el podium se completó con Pesek y Passini, seguidos de Mika Kallio.
Un fin de semana espectacular, que seguro se repite este próximo Gran Premio, ya estamos deseando que llegue.