La polémica ha perseguido a Aleix Espargaró durante toda su trayectoria en MotoGP y no se ha alejado ni siquiera en la última carrera. El piloto de Aprilia se despidió de MotoGP haciendo de guardaespaldas de Jorge Martín en la carrera decisiva de Barcelona, y eso no le ha hecho gracia a todo el mundo.
El gran perjudicado fue Enea Bastianini, que perdió varias posiciones en la pelea con Espargaró y acabó bajando hasta la séptima plaza, perdiendo la tercera posición del mundial. Para Bastianini, la forma de retirarse de Espargaró no ha sido nada honrosa, y es que le ha hecho perder mucho dinero.
"Esperaba a Bastianini detrás, pero no llegó con una Ducati oficial", se burla Espargaró
"Su comportamiento no le honra. Esta forma de retirarse es triste. Era su última carrera y podía haber luchado por el podio, pero se ha dedicado a destrozar la carrera de otros pilotos. Este tipo de cosas no deberían suceder en nuestro campeonato", se lamentaba Bastianini sobre las maniobras de Espargaró.
Lo cierto es que Espargaró le destrozó la carrera a Bastianini e incluso a Álex Márquez, impidiéndoles acercarse al podio. Su objetivo era proteger a un Jorge Martín que igualmente iba sobrado, ya que incluso acabando detrás de Bastianini, Márquez y hasta de Espargaró habría sido campeón. Pero el '41' quería sentirse parte del título de alguna forma.
En cualquier caso, lo que más escuece a Bastianini es el pastizal que ha perdido. Entre la prima de Ducati y la de KTM, 'La Bestia' se podía llevar cerca de un millón de euros por acabar entre los tres primeros el mundial. Pero su séptima plaza junto al podio de Márquez le han dejado a seis puntos del botín.
Espargaró no ha dudado en responder a Bastianini a su estilo. "Esperaba a Enea en la última vuelta para luchar por el podio, pero no ha llegado porque estaba tres segundos por detrás, con una Ducati oficial", se regodeaba Espargaró después de su última carrera, en la que finalmente acabó quinto.
"Jorge estaba solo ante el peligro, solo me tenía a mí. Así que me he dicho que aquí no pasa nadie. Estoy muy contento de haber ayudado a mi mejor amigo a ser campeón del mundo. Jorge me ha dicho que lo hemos conseguido. Que me haga partícipe es muy bonito", remataba Espargaró, sintiéndose también campeón.
Lo más irónico es que la rebeldía de Bastianini en la primera carrera de Barcelona, cuando se negó a cumplir una sanción, le costó siete puntos. Los mismos que hoy le habrían dado ese jugoso bonus. Cosas del destino.