El mundo de las motos es pasional, pero un acelerón innecesario o una acción tonta puede acabar en nefastas consecuencias. Que se lo digan a este hombre italiano de 49 años, que estaba pasando el día con sus hijos en moto.
La lección le ha salido cara, carísima. Tanto que, por el precio de la multa que va a tener que pagar, se podría comprar prácticamente otra moto. Y todo por hacer el gamba en vía pública.
Casi 10.000 euros de multa
Disfrutar de la moto en una relación padre-hijo es probablemente una de las sensaciones de unión y disfrute más grandes que existe. Sin embargo, hay ciertos límites que no hay que pasar.
Y que, de hacerlo, habrá que pagar un alto precio por ello. Además de la deshonra moral de no enseñar lo correcto a tus hijos. Pues este padre se ha comido ambas consecuencias.
El padre con su moto, y sus dos hijos, de 16 y 13 años, iban en sus respectivas motos. Digamos que no iba muy legal, haciendo caballitos y todo tipo de virguerías delante de sus hijos. Y un tercer involucrado, el antagonista: un motero, un policía fuera de servicio que regresaba a su casa después del trabajo.
El policía, aunque fuera de servicio, no dudó en dar el alto al temerario protagonista ante la atenta mirada de sus hijos menores. No dudó ni un segundo en llamar a una patrulla de compañeros para denunciar lo que acababa de presenciar.... Y ahí viene el verdadero lío.
No es que estuviese haciendo el cabra con la moto, es que tampoco había sido matriculada, y por supuesto, asegurada. La cosa no acababa ahí; uno de los hijos llevaba otra moto por la carretera, sin ningún tipo de licencia ni registro. Incautada también la moto, y multa.
En total, la madre de todas las multas sube hasta los 7.000 euros por maniobra peligrosa, falta de matriculación y seguro y conducción sin permiso. Y adiós a la moto durante tres meses.