El mercado de las motocicletas en España ha experimentado un auge sin precedentes en el mes de julio, alcanzando cifras de ventas que no se veían desde hace quince años. Y eso es mucho decir si leemos entre líneas.
Este incremento se debe a una serie de factores que han impulsado tanto a los fabricantes como a los consumidores a un renovado entusiasmo por las dos ruedas, que en España parece darnos visos de un futuro muy prometedor.
Menos motos eléctricas, más motos de gasolina
ANESDOR lo deja claro: vamos camino de un año de récord en venta de motos. Todos los meses del año se han superado las cifras respecto a 2023, y este julio de 2024 con más razón todavía.
Se han llegado a vender 22.555 motos, un 15,7% más respecto al mismo mes del año pasado. Es la mejor cifra del mes desde 2009. Las motos grandes (más de 750 cc), las que más venden: 3.575 (28,2%), mientras que las de cilindrada media (de 125 a 750 cc, motos del A2) han vendido 6.523.
Las de carretera, las que más interesan; suponen un aumento del 24,3% (9.284 uds.), seguidas por los scooter, con un +11%, (12.563 uds.) y las motos de campo, que con 699 unidades, suponen un 1% más.
El problema lo siguen teniendo las motos eléctricas, y van en caída libre. Su descenso es tan notable como un 40,3% respecto a julio de 2023: solo vendieron 820. Los ciclomotores solo descendieron un 6% (1.761 unidades vendidas).
El panorama de la moto, cada vez más positivo
Que registremos el mejor dato desde julio de 2009 es muy bueno. Parece que el coronavirus y la pandemia quedaron lejos, y la economía española ha comenzado a recuperarse. No sabemos si por más poder adquisitivo o qué, las motos están recuperando los niveles prepandemia. Esto ha impulsado la compra de motocicletas como una inversión atractiva y duradera.
Las motos son el perfecto aliado de las ciudades. La llegada de las ZBE ha provocado que muchos dejen el coche aparcado, y que opten por un scooter para moverse cómodamente por ciudad. El tráfico lo agradece, y ahorrarse pasta en combustible, también. Esto ha llevado a que las motocicletas sean vistas como una solución práctica para el transporte diario. Hasta la DGT se esmera en ello.
Las motos de gran cilindrada, con más de 750 cc, han experimentado un aumento significativo. Y ya sabemos que España es un país motero por excelencia; salir a la carretera sigue teniendo público para disfrutar del fin de semana sigue en auge, y las venta de estas motos cada vez lo demuestra más. Eso es una buena noticia para los moteros que disfrutan de la pasión.
Por otra parte, las motos del carnet A2, desglosan los datos, se venden a esgalla. Es un público cada vez mayor el del A2 porque son comedidas en cuanto a potencia y precio. No todos quieren motos de más de 100 CV que suponen un peligro para los puntos del carnet.
El problema lo tienen las eléctricas, como decíamos. Sus precios son altos, la autonomía es baja y los tiempos de carga, largos. Es normal que el público siga comprando motos de gasolina.
A largo plazo se presenta un panorama interesante, pero también desafiante para los motoristas. La DGT no hace más que poner el ojo en el colectivo por los números de siniestralidad, y que se vendan más motos provoca un efecto muy obvio: que habrá más motoristas, y probablemente, más cifras de siniestralidad.