Un nuevo escape activo y robótico podría revolucionar este pequeño mundillo técnico dentro de las motos. Una empresa indonesia ha inventado un escape que, a grandes rasgos, se transforma de silencioso a ruidoso.
El truco está en su diseño robótico, y que puede transformarse de ruidoso en silencioso simplemente tirando de una palanca. Y eso puede evitar muchos problemas, pero sobre todo, molestias ajenas y propias cuando uno va encima de la moto.
Accionando una palanca el escape se abrirá o cerrará fácilmente
Los escapes, escapes son. Vaya obviedad, ¿no? A lo que nos referimos es que, una vez puesto, su sonido permanece impertérrito. En todo caso, con alguna modificación como retirando el DB Killer, el sonido se amplifica. Pero nunca habríamos pensado en crear un escape que module el sonido y ruido, para más o para menos.
Es la idea con la que ha venido una empresa indonesia, 3Tech Racing Evolution. Su escape se llama Knalpot Robotic Trident Scorpion y está dando la vuelta al mundo por lo curioso y novedoso del asunto.
Básicamente permite al motorista la posibilidad de cambiar entre un sonido de escape relativamente discreto, similar al de su escape de serie, o bien abrirlo para que suene a escape abierto, casi literalmente. Funciona a través de un mecanismo mecánico, que se acciona a través de una palanca fácilmente.
Es hipnótico verlo funcionar, y lo de robótico define a la perfección su forma de funcionar. Tirando de esa palanca se puede controlar (abrir o cerrar) el mecanismo del silenciador del escape, como puedes comprobar en el vídeo adjunto.
Es una pena que solo esté disponible para un modelo en concreto, la Honda CBR250R que tan populares en Indonesia. Sin embargo, el diseño parece aplicable a cualquier otro escape para cualquier otra moto. Y no solo eso, sino que le dio otros 1,8 CV de potencia a la moto.
Un nuevo concepto que podría abrir una nueva época. Por muchos es conocido el afán de retirar el DB Killer para circular haciendo más ruido, con la incomodidad que eso supone para el resto de personas, y por supuesto, lo ilegal del asunto que supone una multa de 200 euros. Con una palanca, bien se podría abrir el escape para circuito o carreteras de montaña, y dejarlo cerrado en ciudad para no molestar a nadie.