Descubriendo la Suzuki GSX-R1000, así es la Gixxer más avanzada en sus 30 años de historia
Ahora que las oldies están levantando una tremenda expectación entre los aficionados a las motos al borde de considerarse clásicas, las GSX-R con algunos años a sus espaldas están viviendo una segunda juventud. Mientras tanto, la evolución no para y en Suzuki por fin han lanzado el relevo de su afamada Suzuki GSX-R1000. Una Superbike ansiada por todos los aficionados para darle el toque Hamamatsu a una categoría que está cada vez más disputada.
La renovación ha sido total y para este 2017 nos encontramos al buque insignia de Suzuki cargado de novedades tecnológicas, una parte ciclo de vanguardia y el motor más potente en la historia de las deportivas de la marca azulona. Si te gustan las motos prestacionales acompáñanos porque lo que viene a continuación te va a gustar.
Suzuki GSX-R1000, la mejor Gixxer de la historia
Como si hubiera sido ayer, han pasado nada menos que tres décadas desde que la primera GSX-R apareciera en el mercado. Por entonces algunos no éramos más que unos mocosos a los que estas fascinantes motos deportivas y su agresiva estética nos hicieron enloquecer en una época en la que las hormonas ya nos tenían bastante revolucionados.
Las exitosas y sucesivas generaciones de GSX-R750, 1100, 1000 y 600 fueron en buena parte las culpables de los que hoy en día nos consideramos quemados en algún aspecto, aunque no ejerzamos como tales. Ahora, con el mercado de las deportivas en declive y las 600 y 750 fuera del catálogo de la marca japonesa. La Suzuki GSX-R1000 y su prima de Zumosol la GSX-R1000R tienen la misión de conquistar los corazones de los aficionados en carretera y de los equipos y pilotos que quieran correr con ellas en circuito.
Para lograrlo, Suzuki nos prometió en el pasado Salón de Colonia una renovación total en la sexta generación de su moto más extrema. Ahora toca enfrentar esas promesas a la realidad y lo que es sobre el papel, al menos hay que decir que cumple bastante con sus propuestas.
Azul, el color de la velocidad
Más radical que nunca, la Suzuki GSX-R1000 vuelve a la palestra para disputar la corona a las cada vez más especializadas Superbike
Llegar al lado de esta nueva GSX-R1000 es comprobar con tus propios ojos que de algún modo, esa estética inherente a todas las motos con ese nombre se mantiene pese al paso de los años y las líneas más modernas. Es más estrecha y más contenida que antes, aunque su distancia entre ejes crece hasta los 1.425 mm (antes 1.405 mm).
La ligereza visual salta a la vista (perdón por la redundancia), especialmente en la parte central con un chasis doble viga de aluminio que es 20 mm más estrecho en la parte central y que sustenta un motor 6,6 mm más estrecho de lado a lado. Además, el propulsor se coloca más vertical con una inclinación de los cilindros de 26 grados (antes 32) que le permite ser 22,2 mm más corto para un mejor centrado de masas.
Por la parte trasera rematamos con un colín acortado y estrechado sin pasarse, dejando un remate escueto pero con opciones a que un eventual pasajero se monte (pero se monte de verdad, no como en otras que habría que encomendarse a la virgen). Sólo dos piezas desentonan en todo el conjunto: el enorme escape que parece una paletilla de ibérico y un depósito algo más voluminoso de la cuenta.
Han cuidado mucho, pero mucho, la aerodinámica hasta el punto de enrasar los tornillos del carenado, mejorar considerablemente el diseño de los retrovisores, tomas de aire SRAD más próximas al centro del carenado donde la presión de aire es mayor o ranurar la maneta del freno delantero para evitar que la fuerza del viento genere presión involuntaria en el circuito de frenos.
El mejor motor de la historia GSX-R
El motor de cuatro cilindros escupe 202 caballos declarados aullando hasta unas vertiginosas 14.500 revoluciones por minuto
Y todos estos cambios, ¿a cuento de qué? Pues "sencillamente" porque en Hamamatsu han incrustado en la Suzuki GSX-R1000 el motor más potente que jamás hayan fabricado para una deportiva. Con 999,8 cc, el cuatro cilindros en línea dispara su potencia máxima declarada hasta los 202 cv a 13.200 rpm y 117,6 Nm de par motor, y lo hace desplegando un arsenal de innovaciones en su interior.
Las premisas de Suzuki han sido claras: más potencia pero más aprovechable. No ha sido una tarea sencilla y para conseguir que el motor dé 17 cv más que antes a casi 2.000 vueltas más arriba se han tenido que estrujar los sesos de verdad. Y todo sin comprometer la fiabilidad. Bajo el nombre de Broad Power System, Suzuki ha englobado una serie de interesantes y muy completos ingenios (en su mayoría procedentes de MotoGP) que hacen de la séptima generación la más excitante de todas las Superbike GSX-R conocidas.
El Suzuki Racing VVT es el nuevo sistema de distribución variable de Hamamatsu, mejorando la potencia a altas vueltas sin comprometerla a bajas y medias, y es tan sencillo como brillante. El árbol de levas de admisión cuenta con un pequeño sistema centrífugo con 12 bolas de acero que se abren para retardar el tiempo de apertura de las válvulas de admisión. Un sistema simple, ligero y efectivo que permite al motor estirar de manera mucho más contundente sin perder fuelle.
La distribución se realiza ahora también con Suzuki Racing Finger a imagen y semejanza de la Suzuki GSX-RR de MotoGP, con árboles de levas huecos y empujadores en lugar de taqués, ahorrando 6 gramos por cada uno (10 contra 16 gr), obligando al motor a esforzarse menos para girar alto de vueltas.
Para alcanzar una línea roja situada a 14.500 vueltas (1.000 más arriba) la admisión también es nueva y cuenta con Suzuki Top Feed Injectors, un nuevo conjunto de inyectores de tiro directo más cortos y de mayor diámetro accionados por acelerador ride-by-wire. Éstos actúan en conjunción con el Dual-Stage Intake, una nueva disposición de los conductos de admisión con doble embudo para los cilindros 1 y 4 (los de los extremos).
En el escape también hay novedades con unos colectores con doble válvula de escape para dejar respirar al motor más o menos en función de los requerimientos del puño derecho. Antes se utilizaba algo similar, pero ahora se emplea también en conductos de compensación entre los colectores de los cilindros 1 y 4, y 2 y 3.
Además de todo esto, se mejora la refrigeración con un doble electroventilador y radiador de aceite, el motor sube la compresión hasta 13,2:1, se acorta la carrera de los cilindros, los pistones son nuevos, las bielas emplean acero al cromo molibdeno con tratamiento de superficie carburizado que mejora su resistencia y el embrague SCAS anti-rebote también es nuevo. La lista de mejoras es interminable.
Electrónica para aplacar 202 cv de furia
Un sólido puntal en el funcionamiento de la GSX-R1000 es una avanzada electrónica que mantenga a la potencia del motor en términos utilizables
Si el motor es el concepto más avanzado utilizado jamás en una GSX-R, en 2017 la electrónica también tiene que ser revolucionaria para mantenerse al frente un segmento del mercado con motos cada vez más especializadas y que sea capaz de humanizar los más de 200 cv de músculo japonés.
Un módulo de gestión central de 32 bits y una plataforma de medición inercial Continental de tres ejes se encargan de recoger toda la información de los múltiples sensores existentes y operar sobre el encendido, las válvulas de mariposas y la inyección para dar una entrega furiosa al mismo tiempo que no ponga en riesgo la integridad física del piloto.
De forma sencilla y rápida desde la piña de mandis del semimanillar izquierdo tendremos a golpe de pulgar tres modos de conducción diferentes entre los que elegir. El Suzuki Drive Mode Selector ofrece tres niveles de entrega de potencia: A, B y C. Cada uno de ellos ofrece la misma potencia máxima, pero variando la forma de entregarla siendo el modo A el full power y el C el más dosificable, apto para condiciones de baja adherencia.
Conjuntamente, 10 niveles de intrusión del control de tracción están disponibles para sacarle todo el jugo a la Gixxer. Se seleccionan con los mismos pulsadores de forma rápida e independiente del modo de conducción seleccionado.
Este control de tracción supervisa continuamente la velocidad de las ruedas delantera y trasera, posición del cigüeñal, la posición del acelerador, la marcha engranada y el movimiento de la motocicleta para modular cuánta fuerza tiene que transmitirse hasta la rueda trasera en intervalos de 4 milisegundos.
Suzuki GSX-R1000, parte ciclo casi de carreras
No hay pieza sin retocar en la última generación de la GSX-R. Chasis, llantas, basculante, subchasis... Cada pieza se ha mejorado
Solidariamente con el chasis y la electrónica nos encontramos con un juego de suspensiones muy interesante. Una horquilla invertida Showa BPF (Big Piston Fork) y un monoamortiguador de la misma marca y ambos multi-regulables, así como un nuevo amortiguador de dirección electrónico que confieren al usuario la posibilidad de disfrutar al máximo en carretera o adentrarse en circuito sin ningún temor.
Las nuevas llantas de aleación de seis radios son más ligeras y calzan neumáticos Bridgestone Battlax Street RS10 que varían ligeramente sus medidas para ganar algo de agilidad (120/70ZR17 delante y 190/55ZR17 detrás, antes 190/50ZR17). Los frenos también son nuevos con un equipo Brembo con discos flotantes de 320 mm delante (10 mm más de diámetro) con pinzas Monoblock de anclaje radial de cuatro pistones y bomba radial de 19 mm.
El basculante trasero se ha revisado en profundidad hasta la creación de una nueva estructura de aluminio con una rigidez específica para las necesidades del nuevo modelo, así como el subchasis trasero por una estructura de tubo de aluminio 1 kg más ligera.
Es escueta y compacta, más pequeña que la generación anterior aunque no llega al extremo del minimalismo de las Yamaha YZF-R1, Ducati 1299 Panigale o Aprilia RSV-4. Pese a todo el equipamiento adicional que recibe, especialmente en lo referente a la electrónica, el peso en orden de marcha se reduce 3 kg hasta los 202 kg para la GSX-R1000 y 203 kg para la GSX-R1000R.
Aún queda mucho por contar. Te habrás dado cuenta de que ni siquiera nos hemos metido con la GSX-R1000R, pero para eso mejor hablar de las diferencias una vez que estemos en pista, ¿no crees? Ahora, de momento, las dos pistas del Circuito de Almería nos esperan, así que vamos a pasar un poco de calor.