Cuando nos llegó al correo de Motorpasión Moto el ofrecimiento de una unidad del Diesel AGV Hi-Jack para hacerle una prueba, lo primero que me vino a la cabeza fue la pregunta ¿Y cómo se prueba un casco? Pues lo coges, te lo pones y te vas a dar una vuelta con él para ver que tal es, fue la respuesta inmediata. Aunque algo que parece así de sencillo no lo es tanto para luego poder plasmarlo aquí.
Vamos a ir por partes para explicar que tal es este casco. En primer lugar he de recordaros que se trata de un casco Jet que han diseñado conjuntamente entre AGV y Diesel. Y antes de que me digáis que por ser un casco Jet no merece la pena, he de recordaros que en demasiadas ocasiones un casco Jet podría haber evitado algunas de las lesiones que se produce la gente que no lleva ni siquiera un casco así. Vamos a hacer bueno esto de que por poca que sea su protección siempre es algo más que no llevar nada.
En su momento, cuando el casco Diesel AGV Hi-Jack salió al mercado, me llamó poderosamente la atención su línea. Porque recordemos que se asemeja mucho a la línea de los cascos que utilizan los pilotos de helicóptero militar. Si eres de los que gusta diferenciarse de los demás con lo que vistes o con lo que conduces podría ser razón más que suficiente para hacerse con uno de estos cascos. En este tiempo incluso he llegado a recomendar el casco a algún amigo que ahora es el feliz poseedor de uno de estos cascos.
Llega el paquete y las primeras impresiones
Más o menos una semana después de concertar el envío por mensajería del casco, llegó a mis manos, en un paquete bastante voluminoso envuelto con papel marrón, como si se tratase de una pieza industrial. Dentro aparece la caja con los logotipos de la marca, y dentro me encuentro con una gran bolsa de tela con los logos de Diesel por todas partes. Esta bolsa sustituye a la clásica bolsa de tela fina que suelen traer los cascos para protegerlos en el transporte y que luego puedes utilizar para proteger el casco cuando no lo llevas puesto. En este caso, y viendo lo grande que es incluso podría hacer las funciones de bolso hasta par ir a la playa.
Por fin saco el casco y puedo apreciar la calidad de los materiales. La calota está fabricada en fibra de vidrio ACF, acabada en brillo y en este caso con la decoración SK-Y 78. La pantalla que viene es la transparente y lleva el borde recubierto con un burlete de goma que le da una apariencia aún más de gafas de sol. La primera impresión es bastante buena, aunque el casco es de la talla L (59-60 cm) y yo suelo gastar la XL porque mi cabeza mide 61 cm de perímetro. Lo que sucede con los cascos es muy parecido a las tallas de la ropa, porque según que marcas no te entra una talla L y en otras esa misma talla te queda enorme. La primera prueba fue ver si me cabía bien o si tenía que devolver el casco al remitente. Por suerte esta talla L es bastante amplia y la forma del casco deja bastante espacio libre al altura de las orejas con lo que el ajuste es casi perfecto.
La pega es que ese mismo ajuste tan perfecto se convierte en un pequeño problema cuando te lo pones con las gafas. Las almohadillas de los laterales quedan tan ajustadas que a duras penas entran las patillas de unas gafas, y cuando entran estas quedan demasiado sujetas al casco, lo que molesta bastante. Imagino que con el uso del casco este ajuste mejorará o si no habrá que hacerle un pequeño trabajo de mejora para preparar un hueco para que las patillas de las gafas pasen sin problemas. Menos mal que en casa ya están curados de espanto, porque me pasé un par de días quitando y poniéndome el casco en casa.
Vámonos a dar una vuelta con el casco
Una vez que le cogí el tranquillo para ponerme el casco sin tener que quitarme las gafas, la siguiente prueba era salir a rodar en la moto con él. La primera vez que salí del garaje de casa con el casco puesto me tropecé con otro detalle que no me había dado cuenta. Al ser la visera tan pequeña, si no llevas el casco en su sitio, esta deja a la altura de los ojos el borde de goma que protege la visera, con lo que no ves casi nada. Toca experimentar un poco más con la posición del casco y la cinta que lo cierra (con ajuste micrométrico) para que quede perfectamente situado y al bajar la visera cumpla con su cometido.
Circulando por la ciudad el casco es fenomenal, porque te da una sensación que con un integral no puedes conseguir ni llevando la visera abierta. Mientras el tráfico se mueve la ventilación a velocidades de 50 ó 60 km/h es perfecta para estos días de tanto calor. Y en los semáforos también se agradece el extra de llevar la cara descubierta. Claro que en cuanto sales a una vía interurbana o te metes en un tramo de autovía, las cosas cambian. Porque esa misma sensación de libertad ahora se convierte en sensación de ir demasiado desprotegido. Incluso algún insecto acabó enredado en la barba. Otro pero es que el casco a partir de 100 km/h empieza a vibrar por culpa de su forma y el viento, con lo que no es nada agradable, enseguida bajas el ritmo a velocidades más moderadas.
De vuelta en la ciudad, vamos a por otra prueba, la de la terraza. O más bien la de que les parece el casco a los amigos. Entre los consultados hay diversidad de opiniones, aunque gana la de que es un casco bonito. Algún otro dijo que precisamente la forma era lo que no le gustaba, pero en general la mayoría dijo que además de gustarle incluso se lo compraría. El perfil de estos compradores es el de usuarios de moto a diario, que se mueven principalmente por ciudad y salen poco a carretera abierta. Con lo que se confirman las impresiones que me había llevado en un principio. El Diesel AGV Hi-Jack es un casco que además de tener este estilo tan particular es una perfecta opción para ciudad. Perfecto para ese porcentaje tan elevado de usuarios que lo que buscan es un medio de transporte para ir al trabajo y que además quieren vestir con cierto toque de diferenciación de los demás.
Acabados y materiales
Ya hemos dicho que la calota está fabricada en fibra de vidrio ACF. El interior está fabricado en tejido Dri-Lex higienizante, completamente desmontable y lavable. El cierre utiliza el sistema micrométrico lo que permite ajustarlo bastante bien a cualquier usuario. Para mi gusto las piezas desmontables del interior deberían utilizar corchetes algo más fuertes, porque en algún momento se me han soltado a la hora de ir a ponerme el casco. También echo a faltar una argolla en la correa o en algún otro sitio para poder dejar el casco colgando en la moto. El sistema de cambio rápido de la visera es bastante efectivo y simple (está realizada en ISV-2 anti rayaduras), puesto que con bajarla hasta librar el borde del casco puedes tirar de ella y sale sin ningún problema. Además de la visera transparente están disponibles dos viseras más, una ahumada y otra plateada. Pero que hay que comprar como accesorio aparte.
El peso del casco es de 1.100 gramos (aproximadamente) y viene con homologación E11-22R. Su precio en tienda va desde los 200 euros de las versiones “normales” a los 230 euros de las versiones cromadas.
Nota: El casco Diesel AGV Hi-Jack ha sido cedido por HAGAKURE – Digital PR. Para más información consulta nuestra política de relaciones con empresas .
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