Nunca es buena idea escapar de la policía. Las consecuencias pueden ser catastróficas, tanto legal como humanamente. El vídeo nos deja claro que, a pesar de tener una deportiva y ponerse a más de 200 km/h, no te vas a salir con la tuya y puedes acaba en un arbusto, literalmente.
El vídeo es a cargo de la policía de Arkansas, que lleva una cámara en el frontal de la patrulla. Allí no tienen miedo a embestir a un motorista y que caiga al suelo, aunque a baja velocidad, eso sí. La toma de menos de cinco minutos no tiene desperdicio.
El oficial de policía le tira de la moto a baja velocidad
La persecución comienza en el turno nocturno, cuando el agente Dakotah Bailey, veterano de la policía de Arkansas, se da cuenta de una moto que está yendo a cierta velocidad no demasiado legal. Prende las sirenas y le da el alto al motorista.
Lejos de parar, el motorista retuerce el acelerador para darse a la fuga en la moto deportiva de alta cilindrada. Tanto que se pone a más de 200 km/h. El coche que llevaba el agente era un Chevrolet Tahoe Interceptor, una enorme máquina que lleva un motor V8 de 5.3 litros capaz de llegar a los 225 km/h. El motorista lo iba a tener difícil.
Aunque parecía alejarse por la larguísima autovía, no termina de conseguirlo. El protagonista acaba saliendo de la vía en busca de una carretera convencional, y ahí vendría su error.
Aprovechando la poca velocidad que cogió la moto en un determinado momento, el agente se acerca y parece querer adelantarle, pero no. Lo que hace es una maniobra 'PIT' (Precision Immobilization Technique), un adelantamiento para golpear al vehículo y conseguir desestabilizarlo.
Y vaya que si lo consigue. El motorista no puede controlar el envite y acaba tirado encima de un arbusto, aunque a baja velocidad, no habría que lamentar heridas ni consecuencias mayores.
Pero lo más épico vendría en la escena final. El motorista, ya recuperado de la leve caída en el arbusto, levanta las manos. El oficial baja para detenerle, y una vez engrilletado, comienza la surrealista conversación.
"¿Estás herido?", le pregunta. "Me duele el hombro", le responde el escapista, a lo que el agente le replica "¿te duele el hombro, y qué hay de tu ego, está dolido?". Ya al final le dice: "Has dejado que un maldito SUV te persiga, eres un poco tonto". Y con las mismas, al calabozo.