Nos encantan los rusos. Son una cultura completamente distinta que quizá por incluir el vodka en su ADN logren ser los artífices de absurdeces brillantes como la que te traemos a continuación. Sí, tiene cuatro ruedas, es un coche, pero en su interior esconde el típico motor de Honda CB1100 que a Dimitri se le quedó en el desván hace años.
Se trata de un SMZ S3D, lo que vendría a ser una especie de micro car a lo ruso de esos que se llevan con la licencia de ciclomotor por estos lares al que a base de paciencia, ingenio y un par de tardes chapuceando Dimitri ha logrado acoplar el motor de una motocicleta y el resultado es tan estúpido como divertido.
Drifting estilo ruso low-cost
Dudando que se trate del motor de las CB modernas, originalmente el propulsor refrigerado por aire de la exitosa saga de naked japonesas ofrecía unos más que buenos 110 caballos de potencia que ahora, asociado a la tracción trasera del SMZ ofrece un comportamiento completamente disparatado.
El SMZ S3D original (1970 - 1994) pesaba 454 kg para un motor monocilíndrico colocado en posición trasera de 346 cc y una potencia máxima de 18 cv que le disparaba hasta unos 70 km/h de velocidad punta. Lo curioso del coche es que se diseñó pensando en los discapacitados de la URSS y el programa de bienestar social lo distribuyó de forma gratuita o bien con cuantiosos descuentos.
Después de ver unas cuantas veces el vídeo no sabríamos afirmar con seguridad si se trata de una genialidad o una chorrada como la copa de un pino, pero lo cierto es que el S3D ahora corre que se las pela. Eso sí, no tiene marcha atrás, pero es Rusia, eso no importa.