Esta vez sí, ahora ya podemos afirmar que por fin Ducati se va a atrever con algo que llevábamos escuchando desde hace muchos, muchos años. Casi desde que Ducati se involucró de lleno en el proyecto de MotoGP en 2002 hemos estado esperando que más allá de la exclusiva Desmosedici de calle, la marca de Borgoña Panigale diera luz verde al proyecto de una Superbike de cuatro cilindros en uve.
Este anuncio ha venido de la mano de la presentación del equipo oficial de 2017 con Jorge Lorenzo, y ha sido el propio Claudio Domenicali el encargado de pronunciar las palabras mágicas en una conversación mantenida con diversos medios internacionales. Así que, sí, ya es oficial: el reemplazo de la Panigale será una V4.
Actualmente, dentro del Campeonato del Mundo de Superbikes Ducati es la única fábrica que confía a la configuración V2. Todos los demás emplean diferentes configuraciones de cuatro cilindros, incluso Aprilia. Años atrás los de Noale dieron un paso que demostró ser el correcto saltando del V2 al V4, un esquema que junta lo mejor de los cuatro cilindros en línea y los dos en uve y que incluso simula Yamaha variando el calado del cigüeñal.
Próximamente, con la llegada de una sustituta para la generación Panigale, Ducati buscará el éxito en MotoGP con una Superbike sin concesiones en la que la transferencia de tecnologías desde MotoGP será mucho más directa. De la ya clásica configuración en uve a 90 grados de dos cilindros y distribución desmodrómica pasarán a adosar otros dos y reducir la cilindrada hasta un litro, también desmo, y acabando con la larga época de las SBK de bi.
Con la Panigale 1199 R aún en plena forma, se estima que el desarrollo del nuevo modelo no estará listo hasta dentro de dos años, posiblemente para finales de 2018, y debutar en la temporada 2019. Si hay una marca ligada al WSBK y que siempre ha apostado fuerte por estar arriba y reinar en el campeonato de las motos derivadas de serie ha sido Ducati, así que su nueva deportiva de litro va a ser de todo menos una moto para rellenar parrillas. Habrá que ver si la escalada de precio es igual a lo altas que estarán las expectativas sobre la futura Superbike de la marca italiana.