MotoGP está en pleno proceso de expansión y hay dos marcas que constantemente suenan como candidatas para ingresar en el mundial. BMW y Kawasaki son los grandes peces que le quedan a MotoGP en el mar, pero de momento ninguno pica. Los alemanes han sido los últimos en volver a rechazar la posibilidad.
Así lo ha dicho Markus Schramm, el director de BMW desde hace un año y medio, y quien impulsó el proyecto para que la marca alemana estuviese presente en el Campeonato del Mundo de Superbikes. Sin embargo, MotoGP es un campo que de momento no atrae a BMW, que prefiere seguir en las motos derivadas de serie.
2020 será la segunda temporada de BMW en Superbikes
"No me pregunté si deberíamos atrevernos a volver a entrar en el Campeonato Mundial de Superbikes. Estaba absolutamente claro, porque el deporte del motor es parte del ADN de BMW. Por eso también debemos estar representados", decía Schramm cuando reflexionaba sobre el regreso a Superbikes en Motorsport.
BMW volvió al mundial de motos derivadas del serie el año pasado como equipo oficial. Lo hicieron con un campeón como Tom Sykes a los mandos y consiguieron cuatro podios, además de la pole position en Donington Park. Un inicio bastante prometedor para un proyecto que ahora suma a Eugene Laverty.
Sin embargo a BMW no le interesan los prototipos. Prefieren seguir centrados en el cliente y en mejorar sus motos de calle, por lo que el CEO de la compañía explica que "esta temporada 120 pilotos clientes participaron en 25 campeonatos y consiguieron 250 podios, 90 victorias y nueve campeonatos. Esto es fundamental para BMW".
La próxima temporada BMW afrontará un reto enorme en Superbikes. Será su segundo año, pero el nivel medio de la parrilla ha crecido bastante. Se espera que Kawasaki y Ducati sigan siendo igual de fuertes, pero además la nueva Honda CBR1000RR Fireblade hace pensar que la marca del ala dorada estará muy arriba, y Yamaha tampoco se queda atrás, ahora con Toprak Razgatlioglu.
Por eso Schramm se fija como objetivo para la próxima temporada "aprovechar los éxitos de 2019 y seguir desarrollándolos. Es decir, conseguir uno o dos podios adicionales". De momento en BMW siguen con perfil bajo, a pesar del éxito que supuso la primera temporada y de incorporar a un segundo piloto fuerte, como Laverty.
Reflexionando sobre la entrada de BMW hace poco más de un año, Schramm recuerda que "firmamos los contratos en el EICMA 20 minutos antes de la conferencia de prensa. Anunciamos que íbamos a entrar y lanzar la marca M al mismo tiempo. Cuatro semanas más tarde, Tom Sykes estaba montado en la moto por primera vez. Mientras tanto, el departamento técnico tuvo que hacer una moto de Superbikes que no estaba planificada".
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