Motoristas y puntos ciegos son un problema muy habitual, y temido. Cuando un motorista circula en moto y quiere cambiar de carril, hay un gesto muy habitual: además de mirar por el retrovisor, gira la cabeza para ver si viene alguien. Y es que los puntos muertos en un espejo de moto son peligrosos.
Pues Yamaha está experimentando con una paranoica idea, pero que tiene su aquel, y puede funcionar: un sensor intuitivo a través de efectos de sonido.
Una experiencia sensorial con siete altavoces en el casco de la moto
Muchos motoristas tenemos la manía de girar el cuello en los cambios de carril porque no confiamos todo a los espejos; los puntos muertos no nos permiten estar seguros de si viene o no algún vehículo. Y eso provoca muchos más accidentes de los que pensamos.
Precisamente las marcas de motos son conscientes de las limitaciones de los espejos, que no siempre cubren el espectro completo. Yamaha está desarrollando su llamado 'Sensory Expansion HMI' que permite saber intuitivamente al motorista cuando un vehículo se acerca por detrás, o por los laterales.
Es la idea que los de Iwata han presentado este mayo en la Exposición de Tecnología Automotriz 2024. Sirve para alertar intuitivamente del peligro, pero por el oído y no por los ojos.
Para ello, Yamaha utiliza la tecnología actual que reconoce el entorno circundante de la moto, como radares, espejos y cámaras. Ahora bien, a través de un casco conectado (como una especie de intercomunicador), los humanos reconocen naturalmente estos puntos ciegos oyéndolos en lugar de viéndolos.
Responde en todas las direcciones en las que el ojo humano no puede ver. El aparato va emitiendo un ruido que se va intensificando, desde niveles más bajo (cuando el vehículo está más lejos) hasta más altos (cuando ya está cerca). Puedes hacerte una idea, medir, la distancia únicamente mediante avisos sonoros. Expansión sensorial lo llama Yamaha.
Está formado por siete altavoces instalados en el interior del casco que emiten un sonido agudo que se acerca gradualmente desde detrás de la oreja, y que va redistribuyendo las ondas de forma sensorial. Un buen paralelismo sería algo así como un sonido envolvente en los cascos.
Actualmente esta idea se encuentra en una etapa de investigación inicial, aunque es obvio que el avance está ahí habiéndolo mostrado en una feria. Asimismo, Yamaha afirmó que no solo se limitará a las motos, sino que también podría ser útil para vehículos de cuatro ruedas, sillas de ruedas y hasta peatones.