La tecnología avanza a toda pastilla, y con ella también todo lo que rodea al mundo de las motos. Ya lo hemos visto en otros avances que llegan a las propias motos como el nuevo aviso de caída que Honda está patentando y tendrá preparado para sus motos próximamente.
También llegan novedades en protecciones y equipamiento del motoristas, específicamente hablamos del casco. El Vata 7 promete ser una revolución en carretera y no, no hablamos de intercomunicadores equipados ni HUD, sino algo que influye directamente en la conducción.
También tienen una mochila con las mismas
La visibilidad es uno de los factores más importantes cuando vamos en moto. Eso de que "los motociclistas son invisibles para el resto de conductores" es una afirmación que, a riesgo de sonar generalizada, se cumple en ciertas ocasiones. Ni la inteligencia artificial es capaz de detectarla en muchos casos como Tesla, que incluso arrolló a dos moteros de noche a causa de la poca visibilidad de las luces traseras de la moto.
Bien podrían verse reducidas este tipo de incidentes con lo que propone Vata con su X1. Aunque su sede está en Estados Unidos se desarrollará y fabricará íntegramente en Suiza.
De un primer vistazo ya se pueden intuir los puntos fuertes de esta protección. Empezando por la calota del casco, que es de fibra de carbono. Además de lo exclusivo del componente también utiliza tecnología usada en el mundo de la aeronáutica.
Su fabricante, Brian Garvey, ha trabajado en varios sectores relacionados con la iluminación. Ahí es donde entra en juego el punto fuerte de este casco: gracias a unas ópticas LED que vienen incrustadas en la parte trasera del casco el objetivo es hacer al motorista mucho más visible en todo tipo de condiciones en carretera. Por eso incluye intermitentes, luz de freno y alumbrado de posición.
La pregunta es cómo se conecta a la moto: a través del sistema inalámbrico. Es decir, que cualquier moto no vale, sino que debe incluir conexión inalámbrica a través de la cual se sincronizará y permitirá utilizarlo cómodamente. También tiene distintos modos de iluminación para ajustar manualmente dependiendo de las condiciones del momento, útil especialmente de noche.
Naturalmente tiene batería, y no es ilimitada. Este es quizá uno de los mayores inconvenientes, y es que hay que cargarlo cada ocho horas de uso. Sí tienen bastante más vida las luces LED, garantizando hasta 50.000 horas de uso antes de cambiarlas, prácticamente como un proyector de luz.
Otro de los mayores hándicaps de este casco es su peso. Como la calota está fabricada en fibra de carbono, sumando el resto de componentes solo pesa 900 gramos. Esta virguería también dispone de puerto de carga, visera anti vago y anti arañazos, micrófono y altavoz para hacer las veces de intercomunicador.
Además de contar con la homologación de la Federación Internacional de Motociclismo (FIM) su precio es de unos 770 dólares, lo que es igual a unos 726 euros al cambio. En comparación con otros smart helmets como el de SHOEI, que roza el mismo precio, no lo consideramos como algo excesivamente caro.
Por si el casco no era suficiente para ser más visible en su catálogo también tienen una mochila LED inteligente. Tiene las mismas funciones que el casco, pero en forma de mochila. De hecho, en las redes sociales ya hay algún vídeo viral de esta mochila en pleno funcionamiento por lo llamativa que es.
Funciona de la misma manera, con luces de freno e intermitentes en la parte trasera, y tiene los mismos datos: ocho horas de funcionamiento, 50.000 horas de la luz LED... También es totalmente personalizable.