Punto kilométrico 14 de la carretera N-532 a su paso por la localidad ourensana de Verín, concretamente en Feces de Abaixo. Una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico está vigilando la circulación sin mayores sobresaltos hasta que ven algo raro a lo lejos. Es un scooter pequeño, pero lleva algo extraño. Algo grande.
A medida que se acerca los agentes de la patrulla se colocan para dar el alto al vehículo que se aproxima lentamente. Cuando llega a su altura el estupor de los integrantes de la benemérita se materializa en forma de bombona de butano de 35 kg, de las grandes. Nivel de sorpresa similar al tipo con el patinete eléctrico en la autovía.
No, no es una moto a gas
La noticia se ha hecho viral a través de la cuenta de Twitter de la Guardia Civil, quienes han hecho público al protagonista de la semana.
Ocurrió al atardecer, en torno a las 21:00 cuando la patrulla dio un oportuno alto al conductor del scooter que, como si fuera lo más normal del mundo, estaba circulando con una bombona de butano tamaño chaval adolescente sobre el suelo plano de su scooter de 50 centímetros cúbicos.
🧐 Un conductor de mercancías peligrosas muy peculiar. Circulaba con una bombona de propano de 35kg y dio positivo en el control de alcoholemia. La @guardiacivil de tráfico de Verín le inmovilizó el vehículo en Feces y lo denunció. #NoEsPorLaMulta = 800€
— Guardia Civil 🇪🇸 (@guardiacivil) 25 de julio de 2019
Vía: Diario do Tamega pic.twitter.com/O1ii4iZK7O
Recordemos que este tipo de práctica está totalmente prohibida, puesto que el Reglamento General de Circulación establece que en los vehículos de anchura inferior a 1 metro la carga no puede sobresalir por los laterales más de 50 centímetros por cada lado del eje longitudinal del propio vehículo. Más prohibido está transportar nada sin estar convenientemente fijado al vehículo y más todavía si compromete la estabilidad del mismo como era el caso.
El conductor del ciclomotor de origen portugués fue apercibido por la irregularidad que estaba cometiendo, pero además fue requerido para someterse a una prueba de alcoholemia in situ. En ella, el conductor arrojó un positivo, por lo que el scooter fue inmediatamente inmovilizado por los agentes. La bombona también.
En total, el conductor se enfrenta a una sanción económica de 800 euros y una detracción de cuatro puntos en el carnet de conducir: 500 euros por alcoholemia, 200 euros por el transporte irregular de mercancía y 100 euros más por la retirada del vehículo con la grúa.
Ha sido difícil, pero hemos evitado por los pelos el chiste fácil equiparando a este hombre con la prolífica saga de películas de coches y acción.