A principios del Siglo XX mi abuelo disfrutaba trasteando con motos, pero entre sus inventos nunca llegó a construir algo como lo que os traigo hoy, aunque por el estilo casi que podría encajar en aquellos primeros y locos años del siglo XX. Él se quedó con un sidecar de mimbre adherido a una bicicleta y las diferentes motos que iba atesorando hasta el día de su muerte.
En este caso lo que vemos es una moto de fabricación casera, que sobre un chasis reproducción de una bicicleta británica de la época ha instalado un motor de fabricación casera, aunque muchas de las piezas que lo integran pertenecen a un motor Volkswagen de los que propulsan los Escarabajo y las furgonetas Transporter más antiguas.
Atentos al procedimiento para arrancar el motor y los chequeos que hay que hacer para que no falle la lubricación. Menos mal que en esos aspectos hemos mejorado bastante.
Las prestaciones no parecen para echar muchos cohetes, 2 cv a 2.500 rpm no parece mucho, pero con esta potencia la velocidad máxima ronda los 50 km/h. Lo que sobre un cuadro de bicicleta y casi sin frenos es mucho más de lo que parece sano para cualquiera. La configuración de la válvula de admisión por depresión, a pesar de la culata Volkswagen es parecida a la de la Harley-Davidson JD de 1928 de la Guardia Urbana de Barcelona de la que hablamos hace unas semanas.
Me pregunto qué opinión tendrán los vecinos de este hombre cuando ponga en marcha sus artefactos rodantes. Y también me disculpo por la poca calidad del vídeo, que no da más de si.
Vídeo vía Youtube | buddfab