Posiblemente la BMW R18 Concept sea uno de los secretos peor guardados de la casa germana durante los últimos años. Esta majestuosa moto que ves sobre estas líneas no es otra cosa que la evolución lógica de un modelo que se inició con dos creaciones a medida creadas alrededor de un nuevo motor bóxer: la Departed de Custom Work Zon y la Birdcage de Revival Cycles.
Esta es la tercera vez que vemos al mismo motor moviendo una moto única, pero con la salvedad de que en esta ocasión la BMW R18 Concept es un prototipo nacido en el propio seno de la marca alemana y que adelanta un modelo de producción que debería llegar a los concesionarios a principios de la próxima temporada.
La R18 es una oda a los motores bóxer de aire
Con un estilo clásico capaz de tumbarte, la R18 Concept se ha lucido en el Concorso d’Eleganza Villa d’Este 2019. No podía haber un escenario mejor que para BMW mostrase al mundo de lo que son capaces manteniéndose fieles a su mecánica de cilindros opuestos. La encarnación en este prototipo nos pone los dientes muy largos esperando a ver de qué se trata la próxima creación de los alemanes.
Y es que sí, este monstruoso motor de 1.8 litros de cilindrada y dos cilindros refrigerados por aire/aceite está confirmado por la propia marca para un modelo de producción que se estrenará en 2020. Mientras llega ese momento, en BMW poco a poco están calentando a la afición con sus creaciones.
Embutida en un estilo cruiser europeo pero de dimensiones XXL, la R18 es una majestuosa moto de aspecto clásico, larga, baja y muy refinada de la que sólo destacan sus dos gigantescos cilindros hacia ambos lados. No sabemos aún las características técnicas de este motor, pero lo que es seguro es que tanto su sonido como sus sacudidas van a ser contundentes.
Las líneas nos recuerdan en cierto modo a la BMW R5. El chasis de tubo de acero, la zaga que simula ser rígida, el guardabarros pegado a la rueda trasera, los protectores de la horquilla y el delicado depósito pintado en negro con líneas de contraste aplicadas a mano marcan la línea long&low, mientras que el conjunto de llantas de radios de 21 y 18 pulgadas delante y detrás respectivamente rematan la imponente estética. El resultado es una estética similar a la de las BMW de los años 50.
El bloque del enorme motor ha sido construido en aluminio para tratar de recucir el peso al mínimo posible, y de paso se ha realizado un intenso trabajo de pulido a espejo en las culatas, escapes y otros elementos de la parte ciclo. La alimentación corre a cargo de una pareja de carburadores similar a los que utilizaba el BMW 2002 y que muy probablemente en la versión de producción se abandone por algo de inyección.
Los detalles puros se han hecho pasa saltar a la vista como la transmisión por cardan al aire, cromada para que impacte desde el primer momento, en combinación con una electrónica reducida a menos de la mínima expresión: tan solo luces y arranque. Bienvenidos al mundo analógico de los prototipos donde lo que vende es no tener aquello de lo que presumen las motos de serie.
Ahora no nos queda otra opción aparte de seguir esperando la llegada de este monstruo de casi 2 litros de cilindrada y que rivalizará por ser una de las motos más grandes de serie contra la Triumph Rocket 3. ¡El próximo otoño promete!