Durante los entrenamientos de pretemporada la Suzuki de Márverick Viñales nos sorprendió a todos con su buen rendimiento. Era constante y siempre estaba en las posiciones delanteras. El rendimiento de las motos japonesas es prometedor y tras sólo un año después de desembarcar en el Campeonato del Mundo de MotoGP la cosa no pinta del todo mal.
A Máverick me da la impresión, después de leer sus declaraciones, que sus aspiraciones ya no son terminar carreras y acumular experiencia. Quiere luchar por los podios y devolver a lo más alto a la moto de Hamamatsu, todo lo demás no le vale. Pero quizá eso sea querer mucho, o quererlo demasiado pronto.
Viñales se clasificaba en tercera posición para la parrilla de salida del GP de Catar, pero al apagarse el semáforo se hundía hasta la séptima plaza por culpa de la suciedad en pista y el empuje de las Ducati. Acabó el sexto por detrás de Dani Pedrosa, y aunque no es un mal resultado, Máverick quiere más.
No debemos olvidarnos de que la Suzuki GSX-RR es una moto a la que aún le queda desarrollo por delante. Sí, hasta tienen caja de cambios seamless pero sin poner a punto, ni perfeccionar al nivel de los demás equipos oficiales. Aun así, el ritmo del dorsal 25 fue bueno durante todo el fin de semana y algún cambio de última hora le impidió rendir igual en carrera. Si siguen trabajando por este camino los resultados llegarán solos.
Finalmente, la sexta plaza no es un mal resultado, pero ya no es suficiente llegados a este punto. He tenido muy buenas sensaciones todo el fin de semana y mi ritmo de carrera rondaba el 1'55, mientras que en la carrera no he podido mantenerlo. Honestamente, no estoy seguro de por qué. En carrera no he encontrado la misma sensación y sentía que la moto derrapaba demasiado, así que tenemos que consultar la telemetría para saber qué ha pasado.
Lo positivo es que todo el fin de semana he estado muy cerca de los más rápidos; quizá en la carrera nos ha faltado algo de suerte porque el fin de semana había resultado muy positivo. Estoy deseando ir a Argentina y ponerme a trabajar de nuevo con la GSX-RR; tenemos un gran potencial. Si podemos encontrar más agarre y terminar de poner a punto la caja de cambios "seamless", seguro que podremos luchar con los mejores.
Su compañero de equipo, Aleix Espargaró, no ha conseguido sentirse igual de bien con su moto. En los entrenamientos no conseguía mejorar del quinto puesto al final de la Q1 y en carrera entraba en meta en undécima posición. No había buena comunicación entre moto y piloto así que realizaron un cambio radical en el último momento.
Ha sido un fin de semana muy duro y el resultado de la carrera lo refleja. Durante el entrenamiento de la tarde me sentí muy incómodo, así que con mi equipo y los ingenieros de Suzuki decidimos hacer un gran cambio en la moto. Yo sabía que eso era una apuesta, pero me dio más confianza.
Ha sido una prueba extrema para coger más confianza. Ahora estamos más seguros con los datos que hemos analizado aquí y lo probaremos otra vez en Argentina. Lo bueno es que después de esta carrera hemos encontrado algunas pistas interesantes sobre cómo explotar algunas opciones y esto nos va ayudar mucho.
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