Los test de Misano han tenido un protagonista indiscutible en el asfalto. Se trata de Marc Márquez. El ilerdense, que regresaba a los circuitos exactamente 100 días después de su último Gran Premio en Mugello, se ha subido a la moto y ha hecho lo que mejor sabe, pilotar.
Y la verdad que las expectativas no han fallado. El español cogió a primera hora de la mañana la moto con la que competía este año para rodar hasta 39 vueltas sin protagonizar ningún incidente. Se espera que mañana pruebe la nueva moto de 2023, honor que ha recaído hoy en el piloto de pruebas Stefan Bradl.
Un regreso más que necesario para Honda
100 días han separado a Marc Márquez de su moto. 100 días en los que ha pasado por una cuarta operación en su hombro para fijar el brazo en su sitio y poder pilotar como a él le gusta, al límite. Sin embargo, pese a esta larga travesía, el piloto ha trabajado como si nunca se hubiese bajado de la moto.
Eso si, antes de lanzar las campanas al vuelo hay que advertir que el propio piloto se ha tomado esta primera sesión como una toma de contacto en la que probar su cuerpo para saber dónde está y analizar los músculos que tiene que trabajar con sus fisios para lograr mejores resultados en el futuro.
Con este planteamiento relajado, el piloto de Honda partió hacia su primera tanda de seis vueltas pero con la moto de este año. En esa primera aproximación, el piloto comprobó sensaciones encima de la moto y buscó algún que otro gesto con su cuerpo que pudiera molestarle.
Por suerte, todo fue bien, así que para su segunda tanda, el equipo Repsol preparó su moto del 2022 con un nuevo paquete aerodinámico, con la fibra de carbono aun sin pintar, que el piloto no había podido probar por culpa de su operación. De llegar a participar en las últimas carreras del año podrá montarlo sin problemas en la moto.
Con esta actualización, los tiempos de Marc empezaron a bajar, sacándose un 1:32:395 que le dejaba apenas a 0,864 milésimas de la cabeza, que en ese momento lideraba Aleix Espargaró con un crono de 1:31:531. Las moto de 2023 se espera que la pueda coger mañana.
El encargado de probarla hoy ha sido Stefan Bradl, completando un total de 44 vueltas al circuito. Para esta nueva moto, Honda le ha pedido a Kalex que le fabrique un nuevo basculante en aluminio, el cual hemos podido ver en la moto de Stefan Bradl, amén de otras actualizaciones. Esperamos poder verlas todas mañana.
Lo que sí hemos podido ver es la cara de felicidad de Márquez al bajarse de la moto. El piloto catalán derrochaba alegría aunque en sus declaraciones a Dazn se mostraba cauto: "Me siento bien. Solo llevaba dos semanas entrenando y me ha costado adaptarme al principio, pero he pilotado por instinto y los tiempos no han sido malos. Lo más importante es ir recuperando la forma física. Quería rodar un poco más por la tarde, pero mañana seguiremos trabajando e intentaré hacer más vueltas".
"Sabía que el primer día sería difícil con estas motos tan rápidas, pero me he concentrado en recuperar las sensaciones. Los demás vienen con un ritmo diferente y se pueden centrar en ir lo más rápido posible" comentaba acerca de su tiempo. "Todavía es pronto para entender la moto al 100%. Hoy estamos contentos por haber vuelto. Mañana tendremos una mejor perspectiva de lo que nos funciona y lo que no".
Sin duda Honda está de enhorabuena porque con el regreso de Marc no sólo se recupera la ilusión por la victoria o a su piloto estrella, sino también una nueva ayuda para preparar la moto de 2023.