Después de haber asestado un golpe de autoridad sobre la mesa de Motegi con una victoria trabajada y tenaz, Andrea Dovizioso llega al Gran Premio de Australia con sólo 11 puntos de desventaja contra Marc Márquez. El piloto de Ducati aterrizará en Phillip Island con la firme intención de seguir acortando distancias en una pista que encanta al líder de la general.
Con sólo tres citas para concluir la temporada 2017 la rivalidad es máxima entre los dos contendientes, y si no pasa nada raro mantendrán la emoción hasta la última carrera del año en Valencia. Nunca antes Dovizioso había estado tan fuerte y centrado como esta temporada, en la que mantiene vivo el sueño de Ducati para alzarse con el título desde que lo lograse por última vez Casey Stoner en 2008.
"No somos favoritos para la victoria, pero lucharemos como siempre"
Dovi ya sabe lo que es subir al podio de Australia en MotoGP cuando subió al tercer escalón en 2011, pero sólo consiguió la victoria hace nada menos que 13 años en la temporada 2004 cuando militaba en la extinta categoría de 125 cc. Las estadísticas no le dan como favorito para este 2017, pero el año pasado firmó un cuarto podio que puede presagiar una gran actuación esta temporada.
Con una climatología imprevisible en las antípodas, el de Ducati luchará por contrarrestar el 'efecto Márquez', un torbellino arrollador que llega a uno de sus trazados predilectos tal y como el mismo Dovizioso valoraba: "Seguramente Phillip Island es una de las pistas favoritas de Márquez y probablemente la situación es un poco más complicada para nosotros".
El italiano sabe que no va a ser fácil, pero es consciente de que con cinco victorias este año su situación es aún más fuerte que la de la temporada pasada y puede mejorar los resultados conseguidos hace un años porque "el año pasado hicimos una buena carrera y trataremos de trabajar de la mejor manera posible durante todo el fin de semana". Además la Ducati sí sabe lo que es ganar en MotoGP con cuatro victorias entre 2004 y 2010.
La situación es realmente tensa en el garaje, pues tienen que luchar por cada victoria pero sin arriesgarse a perder todos los puntos (y las opciones) por un error o una mala elección. "Faltan solo tres carreras para que acabe el mundial y puede pasar de todo", afirmaba DesmoDovi, pero recalcaba la importancia de mostrarse impasibles y centrarse en ser rápidos en todas las pistas independientemente de las condiciones.
"Sobre el papel no somos los favoritos para ganar en Australia", sentenciaba el dorsal número 04, "pero lucharemos como siempre". Sin duda, está siendo una de las temporadas más emocionantes en la historia del motociclismo, y gran parte de la culpa es del excelente trabajo que están haciendo Dovizioso y su equipo comandado por Gigi Dall'Igna.
Fotos | Ducati Press