La automoción está cambiando a pasos cada vez más acelerados. Los avances técnicos están llevando a los automóviles hacia un futuro más seguro pero dentro de esta evolución técnica hay algunas lagunas.
Los sistemas de conducción autónoma poco a poco se van abriendo paso entre el equipamiento de los coches y, entre el resto de coches, hay que decir que funcionan bastante bien. Introduciendo la variable de las motos algunas voces alertan sobre una peligrosa falta de exactitud a la hora de detectarlas.
Más seguridad en los coches... para los coches
En un futuro próximo veremos cómo llegan al mercado coches capaces de conducirse solos, y eso es un problema si no se desarrolla de la manera apropiada. Conseguir un coche que sea capaz de desenvolverse entre el tráfico ateniéndose a las normas de circulación es relativamente sencillo, el verdadero reto está en hacer frente a los imprevistos y al reconocimiento de todos los usuarios de la vía, no sólo los coches.
Un estudio realizado por la European Association of Motorcycle Manufacturers (ACEM, la patronal europea de la industria de las dos ruedas) ha puesto sobre la mesa una creciente preocupación después de haber estudiado las ayudas a la conducción actuales incluidas en los coches nuevos.
Según los resultados del propio estudio, ACEM alerta de manera bastante rotunda que tanto los asistentes de guiado para mantenimiento de carril y los controles de velocidad adaptativo no están reconociendo adecuadamente a las motocicletas como objeto, ni tampoco sus pautas de comportamiento.
Así, la asociación apunta que de los usuarios vulnerables en la carretera los motoristas son los únicos que comparten todas las situaciones de tráfico junto a los coches, algo que no ocurre con peatones y ciclistas. Dentro de estas condiciones se requieren sistemas que sean aún más seguros, pues deben ser capaces de reconocer motoristas circulando en todo el rango posible de velocidades.
Los sensores instalados actualmente en los vehículos así como el software encargado de procesar los datos que recogen son bastante buenos detectando y analizando objetos de gran tamaño como coches, furgonetas o camiones, pero no son suficientemente precisos detectando vehículos pequeños como motocicletas.
ACEM a su vez se apoya en un estudio realizado en Países Bajos en 2016 donde se afirmaba que los controles de velocidad adaptativos no medían con precisión la velocidad de las motocicletas que circulaban delante.
Con estos argumentos, ACEM señala directamente que el equipamiento de los coches modernos es insuficiente para detectar a los motoristas en todas las situaciones. Además también pone de manifiesto que en algunos de los manuales de usuario de estos coches se incluyen alertas sobre que "los sistemas pueden no detectar objetos pequeños como motocicletas", algo totalmente inaceptable en palabras de la asociación.
Otras organizaciones como la Asociación Americana de Motoristas también ha apuntado a los niveles más básicos de autonomía en los coches modernos como un motivo de preocupación. De momento lo que se está consiguiendo con la implementación de ayudas semi-autónomas en los coches es que algunos conductores relajen la atención.
Mientras llegan los coches 100% autónomos y 100% seguros para todos los usuarios de las carreteras tendremos que seguir montando en moto mientras hacemos uso de la conducción defensiva.