¡Sorpresa! Yamaha era uno de los pocos fabricantes que hasta ahora no había jugueteado demasiado con la opción de tener una moto eléctrica de altas prestaciones. Eso se ha acabado, porque los de Iwata acaban de registrar la patente de su primera superbike eléctrica.
Y las imágenes no mienten; parece una auténtica Yamaha R1 pero en versión eléctrica. No hay mucha información ahora mismo, pero suficiente como para que Yamaha se haya metido oficialmente en la alternativa eléctrica, cosa que hasta ahora no parecía posible.
Por el momento, se desconoce potencia y autonomía de la superbike eléctrica de Yamaha
El tanteo de Yamaha con las motos eléctricas ha sido muy limitado. Hasta ahora solo se sabía que estaban preparando una moto eléctrica offroad, pero nada relacionado con la calle ni la competición. Ahora sí que lo sabemos, porque acaban de registrar oficialmente la patente.
Y su primera moto eléctrica será a lo grande: una superbike. La patente no engaña lo más mínimo: carenado deportivo, semimanillares bajos y un aspecto muy deportivo.
El único tonteo de Yamaha con las eléctricas fue en 2013 y 2015. En esas fechas presentaron a las PES1 y PES2, respectivamente. Y parecían muy inclinados a sacar adelante el proyecto, pues anunciaron que en 2015 el primero de esos proyectos llegaría a las calles. Luego decidieron retrasarlo simplemente afirmando que llegaría en "un futuro muy cercano".
El futuro es hoy, o mañana, o pasado. El hecho es que la idea no se ha desechado, y que siguen trabajando en ella. Buscan maximizar el rendimiento y la potencia de la moto. Sobre un chasis convencional parecido al de una superbike han creado su bestia eléctrica.
Curioso el hecho de que, como el resto de motos eléctricas, no vayan a utilizar refrigeración líquida, sino por aire. Eso deja clara una cosa: que están buscando maximizar el rendimiento a costa de quitar peso y aumentar prestaciones. Los nipones van a por todas.
Actualmente, según recoge Cycle World, los japoneses ya suministran a clientes externos motores eléctricos con una potencia muy variable, desde los 35 kW (47 CV) hasta los 350 kW (470 CV). Eso quiere decir que están verdaderamente preparados para asaltar el mundo de las motos eléctricas a golpe de potencia.
Ahora bien, la batería es un mundo aparte. Y sobre eso no hay mucha más información; únicamente que cuentan con aletas para refrigerar el conjunto, y que cada una de las cuatro plataformas de batería incluye dos módulos. La autonomía y potencia, por el momento, son indeterminadas. Pero la idea parece brillante. Con esta patente Yamaha se apunta al futuro eléctrico, algo que hasta ahora parecía poco probable para los de Iwata.