El afán por probar las motos ajenas puede salir muy caro a veces. Es algo normal subirte a la moto de un amigo o familiar para probarla, pero no siempre acaba bien cuando no tienes cabeza.
Y para ejemplo de ello, el de estos dos amigos estadounidenses. Max se compró una flamante Kawasaki Ninja H2 y se la dejó a su amigo para que la probase en carretera abierta. Acaba por los suelos, llorando y todo a causa de una irresponsabilidad enorme.
213 CV de la H2 para hacer un caballito de más de 30.000 euros
Mientras estaban de ruta, cámara en casco, el amigo de Max hace un caballito con la moto prestada y acaba por los suelos instantes después. No le costó mucho poner la Ninja a una rueda, teniendo en cuenta los 213 CV que tiene la H2. La moto destrozada y él, aunque ileso, llorando por haberle fastidiado una moto de más de 30.000 dólares a su amigo.
El dueño de la moto ya se estaba lamentando en el momento en el que le vio hacer el caballito. Un abrir y cerrar de ojos después, la moto acaba hecha un amasijo de hierros. Eso sí, mantiene la compostura en todo momento mientras su amigo llora desconsoladamente, diciéndole incluso que es más importante que él siga vivo y que no se preocupe por la moto.
Así que ahí van unos consejos para no pifiarla si alguien te deja una moto...
Lo primero a tener en cuenta: quizá el seguro te deje fuera en caso de accidente
Hay cierta legalidad detrás cuando te dejan una moto, al menos en España. Algo tan habitual como dejar la moto a hijos, amigos o familiares puede salir caro. Hay cuatro escenarios a valorar cuando dejas tu moto:
- Mayor de 26 años, con el carnet de conducir desde hace al menos 2 años. Es el mejor escenario para cualquier propietario ya que la compañía aseguradora cubre la totalidad de los costes.
- Mayor de 26 años, habiendo dado positivo en alcohol o drogas. Puede haber ciertos problemas, pero en la mayoría de casos, la asegura se encargará del siniestro, aunque reclamará los gastos que no cubre en caso de alcohol o drogas.
- Mayor de 26 años sin carnet. Igual que el punto anterior: la asegura se hará cargo, pero luego reclamará el dinero.
- Menor de 26 años. Da igual la condición (carnet, positivo en alcohol o drogas), si dejas el vehículo será el propietario quien deba encargarse de los gastos.
Así que mucho ojo si eres uno de los anteriores conductores o el perfil al que se lo vas a dejar es alguno de ellos, porque te tocará desembolsar cierta cantidad de dinero.
Antes de darle al mango hay que conocer la moto
Es muy fácil darle al puño del gas y soltar toda la adrenalina que llevas en el cuerpo en una moto nueva. Pero claro, la reacción que tenga la moto puede ser impredecible si no la conoces en profundidad. Es el caso del vídeo, que prueba una Kawasaki H2 sin conocerla a fondo, y acaba por los suelos tras un caballito descontrolado.
Naturalmente, no es lo mismo llevar una Kawasaki Ninja H2 de 213 CV que una Yamaha MT-07 de 74 CV. Una moto no se conoce en una salida, ni siquiera en un par de ellas; se necesitan muchos kilómetros para sacarle el jugo, y mucho más para aventurarte a hacer un caballito. Así que ya sabes, controla lo máximo posible si no la conoces y no es tuya.
Nada de florituras en carretera abierta, pero menos si no es tu moto
Una moto con tantos caballos es juguetona: en recta, en curvas... Donde sea, pero eso no implica que tengas que ponerte el modo sport a ti mismo y dar lo máximo porque en carretera las temeridades se pagan caras. Aquí nos viene de perlas el dicho popular "la carretera no es un circuito", nunca mejor expresado.
Mucho menos si la moto es tuya, o pasa lo que pasa. Aunque el propietario del vídeo se lo toma a bien, imagina que eres tú quien está en su situación, y que alguien a quien dejas la moto se pone a hacer el gamberro con ella. No es de buen recaudo, así que trata a la moto que te dejen como si fuese la tuya.
El que rompe, paga
A no ser que tu amigo o familiar tenga mucho dinero para arreglar la moto que te dejen y siniestres, entonces te tocará pasar por caja. No es que sea una obligación moral, sino más bien una legal, a no ser que no seas culpable del accidente, en cuyo caso pagará la compañía de seguros, incluyendo a la persona a la que se le prestó.
La regla general dice que todos los seguros son efectivos para cualquier conductor ocasional, aunque no esté declarado y tenga más de 26 años. Dependiendo del tipo de accidente y la póliza (a terceros, a todo riesgo...) cubrirá o no los gastos del accidente.
Resumiendo: cuida de la moto de tu amigo más que si fuera tuya
Nadie te prohíbe coger la moto de nadie siempre y cuando te la dejen y cumplas con los requisitos legales... Luego, mantén la cabeza bien fría sobre ella y no trates de hacer florituras como la del vídeo, porque las consecuencias no se hacen esperar: en menos de un segundo ha dinamitado una H2.
Cuando uno sube a una moto, ya sea personal o prestada, siempre hay que tener respeto a la moto y a la carretera, y nunca dejarse llevar por el mango del gas.