Hay motos que marcan época y que a día de hoy triplican el valor que un día costó sacarlas del concesionario. Si hace poco hablábamos de la Honda RVF750 RC30 como una fuera de serie que marcó un antes y después hoy le toca el turno a no una, sino dos RC45 noventeras en estado impecable, y una de ellas participó incluso en el TT Isla de Man.
Más vale tener una cartera un poco holgada para hacerse con uno de estos dos modelos estimados entre 45.000 y 57.000 euros... ¡Cada una! No hay duda de que el valor de las motos clásicas está fuera de mano.
La última V4 apta para uso público y en carretera
Este 2023 se batió el récord a la subasta de moto más cara de la historia: una de las primeras Harley-Davidson que se vendió por casi un millón de dólares. Hace poco, la hermana de estas dos Honda, la RC30 Bol d'Or, se la llevó el mejor postor por 36.000 euros. Esto nos deja una moraleja: que el mercado de las clásicas está cotizadísimo y que la demanda es alta.
La Honda RVF 750 más conocida como RC45 no iba a ser una excepción. Es la sucesora de la RC30 y que nació con el objetivo de homologar el nuevo modelo para correr en el Mundial de Superbikes. Es una de las últimas motos de la era dorada del motociclismo en el que las marcas ponían más pasión que comercio de por medio.
Si bien era la sustituta de la RC30, no fue tan aclamada como ella pero seguía manteniendo el estatus de las Racyng Cycle. Tenía el honoroso título a la última V4 apta para uso público. Quizá de ahí venga el precio que tiene el cartel de venta que le han puesto en la subastadora Charterhouse Bikes.
Esta moto tenía un único objetivo, y no era precisamente llegar a la calle, sino ganar el Mundial de Superbikes y seguir cosechando los títulos de 1988, 1989 y 19993. Lo conseguiría, pero ya en 1997 con John Kocinski. Su V4 fue el último: de 750cc a 90 grados, con inyección electrónica y un propulsor que daba 118 CV gracias al kit HRC.
Aquí no subastan una, sino dos RC45. Una de ellas es de 1994 y la otra es más joven, de 1996. En la casa de subastas estiman que cada una de ellas alcanzará un valor de entre 45.000 y 57.000 euros. Las dos vienen de estar paradas y expuestas en una colección privada y pasarán bajo el martillo del juez de la casa de subastas el próximo 30 de marzo.
La de 1994 no tiene una sola modificación hecha, aunque su anterior dueño la rodó unos cuantos kilómetros, 30.000 en concreto. La de 1996 es una pata negra con el kit de competición HRC que equipaba horquillas Öhlins WSBK, it escape, silenciadores HRC, frenada WSBK... Y por si fuera poco, tiene el título a participante en el TT Isla de Man.