Hay motos exóticas y caras. Y luego está la Magnolia 4. Una moto tan peculiar como cara, tanto que por su precio te podrías comprar un Lamborghini Urus, literalmente. Por si fuera poco, se pegan por ella, porque solo existirán doce de estas motos en todo el mundo.
La Magnolia 4 es algo así como una reinterpretación artística, más que una moto en sí misma. Busca parecerse a una vieja conocida: la Indian 4 (de ahí su número) de 1942. Y parece que lo ha conseguido.
Doce motos a 200.000 euros cada una
Es obra del diseñador JT Nesbitt, conocido en el mundo de las dos ruedas. Es evidente decir que es conocido por sus diseños únicos y su enfoque artesanal porque con la Magnolia 4 salta a la vista. La Magnolia 4 es un tributo a Estados Unidos y a las motos custom de las décadas entre 1920 y 1940.
Para diseñarla únicamente han tirado de AutoCAD, con una evidente influencia en la mítica Indian 4 de 1942, uno de los modelos más emblemáticos de los yanquis. Este modelo es especialmente conocido por su motor de cuatro cilindros en línea... Que también copia.
Se trata de un cuatro cilindros en línea longitudinal con refrigeración por aire y aceite y con una transmisión manual de solo tres velocidades. Ojo, 1.750 centímetros cúbicos, ocho válvulas y doble árbol de levas en culata. Y además, se arranca a patada, como en los viejos tiempos.
Suspensiones multilink (raras de ver, con múltiples brazos o enlaces para controlar el movimiento de las ruedas) para los dos ejes, cigüeñal configurable y hasta frenos de tambor no tan comunes y la interpretación y ejecución de la ergonomía de la motocicleta por parte de Nesbitt hacen que esta moto tenga un plus de exclusividad.
Todo ha sido publicado detalladamente en formato de PDF, para que los más frikis se empapen bien de una moto altamente exclusiva y que prácticamente no vovlerán a ver en su vida.
Con lo que vale, 200.000 euros, bien te podrías comprar un Lamborghini Urus S, el mismo que se compró el expiloto de MotoGP Jorge Lorenzo y por el que pagó la misma cifra. Ahora bien, si te gustan las motos y el arte... Es una inversión para toda la vida. Y espera que no se revalorice.