Milla Jovovich volverá a encarnar a la incombustible Alice en la sexta entrega de la saga de terror 'Resident Evil: The Final Chapter'. La película se estrenará este mes de enero y en ella podremos ver a la heroína matazombies (y otros seres) ponerse a los mandos de una BMW S 1000 XR en sustitución de la BMW K1200R que utilizaba anteriormente. Es lo que tiene el fin del mundo, que puedes estrenar moto cuando te de la gana.
La trail más prestacional de la marca alemana y derivada directamente de la S 1000 R, derivada a su vez de la S 1000 RR, hará uso de su potente cuatro cilindros en línea con 160 CV y 112 Nm de par motor como un arma para combatir el mal. Así pues, la XR se convertirá en co-protagonista de la superproducción americana con algunos retoques que, claro está, no trae la moto de serie como un panel digital con reconocimiento dactilar con el que poner en funcionamiento a la trail alemana colocado sobre el depósito.
Este es un ejemplo más de lo que en márketing se conoce como product placement, una forma de promocionar los productos de su marca colocando sus motos en las películas de más tirada a cambio de una importante suma de dinero, tal y como BMW Motorrad ya hizo hace no demasiado en el caso de otro peso pesado de las taquillas con la última entrega 'Mission Impossible: Nación Secreta' con Tom Cruise a los mandos de la S 1000 RR.
Un denominador común en ambos filmes es la ausencia de equipo de protección. Entiendo que te seas casi el único humano con vida en la tierra y que los peligros mortales te acechen en cada esquina, pero precisamente con más motivo no estaría de más llevar, al menos, un casco.
Quién sabe, puede que un casco ayude a no morir antes de tiempo, o a salvarte la vida en tu enfrentamiento final contra la Corporación Umbrela, o a que un zombie te coma la cara...